Domingo veintisiete de octubre, en la otoñal
madrugada, cambio de hora (una para atrás) y en el marcado lugar de encuentro,
se planea con “devoción” la incierta jornada. Nueve caballeros veleños con sus
burricletas bien prestas, achiperres y
otros aperos, dispuestos a conquistar lejanos “reinos”. “Diego “Sin Miedo” nos
espera en Sotillo, desde allí, caminos por descubrir….” -comenta “El Fiero
Martín”. Al “Gran Maestre” se le caen “los palos del gallinero”; con el mapa en
la mano, “mi idea era llegar desde Montesclaros….”
En la apacible mañana, salimos al
encuentro de la adormilada cañada, caminos bien tratados por las lluvias de los
últimos días y el generoso “aguazo” de la noche pasada, han dejado su rastro en
el relajado llano. Saludamos a Chuchi “Maravillas”, ha madrugado y viene
haciendo “el galgo”, “llevo un tiempo de la burricleta bajado”-comenta, en
sudor empapado. Continuamos, amenizadas chácharas
y distintas teclas tocamos, es lo que tiene “el legendario pelotón”, sabiduría
y erudición (sabemos de hacer agujeros en latas, capar ranas y hasta de
corrupción) . Pues eso, que me voy del renglón, en pleno “cordel”, tras la
vista perder, unos pocos por la “ancha vía”, al otro quinteto por la
alternativa paralela, nos dejamos de ver; “allá donde se cruzan los
caminos….donde regresa siempre el fugitivo…..” nos encontramos los despistados
“bicigrinos”. Continuamos en perfecta sintonía, “sorprendida” la brava
ganadería nos mira, antiguas cochineras
abandonadas y el terreno “parece que se
levanta”; en la tenaz escuadra, afrontamos la subida con “emoción y más ganas”.
Nos entregamos en el esfuerzo con “fe y pasión”, suspiros, sudores…y algún
escalofrío. Por el firme y empinado camino en fila de uno vamos llegando; “El
Águila de Alcañizo”, eufórico comenta, “al líder, en las alturas tiempo le he
metido….”
Llegamos a la
aldea de Sotillo, sincronizados con Diego “Sin Miedo” e Ilde “El Suegro”; en
sus alforjas nos traen “espectaculares sendas y alguna cuesta”, según comentan. Después del
efusivo saludo y recibimiento, algunos
valientes quieren abandonar la contienda “a medias”;
Domingo “El Maca”, les anima “vamos a ver cuál es la sonada sorpresa….”
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"El grupo haciendo camino..." |
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"Llegando los primeros despistados" |
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"Al fondo, "El Piélago" |
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"Preparando la subida...." |
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"En Sotillo, el encuentro...." |
El rincón desconocido nos abre sus puertas;
por una bajada trepidante, cerros sembrados de ocres árboles y tupido matorral;
a sus pies, una subida repentina y bastante pina; un arroyo empedrado nos guía “el
camino marcado” (aunque otro tomamos) hacia veredas disimuladas entre la hierba
mojada y esbeltas retamas; para no variar, varias porteras y salto de vallas para hacer más peculiar la jornada;
deleite en la apaisada pradera, por el artista del tiempo engalanada; anchos fresnos
y encinas longevas inundan la próspera senda; el radiante musgo, adecentando
las vastas piedras y los labrados muretes berroqueños; para los anales de la
historia, foto de rigor en el misterioso cobijo de ensueño. Un puente alineado
con deslucidas tablas nos presenta el portal fantasía; ante el “embeleso” del
grueso veleño por las iluminadas veredas, pícaros duendecillos y atractivas
hadas flirteando con la belleza encontrada; hechizo y brujería colgados de las
caídas ramas; a nuestro paso, una “lúcida” embriaguez nos aletarga, un elegante
unicornio también nos acompaña, unos
burriclistas encuentran “setas de cardo”, otros creemos divisar el “gran
dorado”. Como comenta el poeta soñador, “la
mitad de la belleza está en el paisaje, la otra mitad en los sentidos de quien
lo contempla…..”Salimos del “andén de los sueños” entre piropos y halagos de
satisfacción aderezados. A la plaza de la aldea montesa llegamos y una feria de “reliquias” encontramos; risas y
buenos momentos para el “álbum” de los recuerdos. Aprovechamos para “relajarnos”,
el particular ágape preparamos, compartimos y a la “andorga” con exquisitas
viandas engañamos.
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"También caminos tranquilos..." |
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"Otras cuestas....." |
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"Cruzando el arroyo reseco" |
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"....buscando otra dimensión..." |
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"Un campo a través..." |
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"Por estrechas sendas" |
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"...hacia la frondosa dehesa" |
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"Por la espectacular pradera" |
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"....y el momento para la posteridad" |
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"otra estampa peculiar..." |
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"...marchando impresionados..." |
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"...rincón con duende..." |
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"...hacia el cuidado puente..." |
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"....y más senda..." |
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"....y más vericuetos..." |
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"....parajes de ensueño..." |
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"....resumen del bosque encantado" |
Reemprendemos la marcha por la amena
calleja de perfumadas jaras, “¿quién falta?”, algunos esperamos, otros para
adelante marchan; llamada a los “despistaos”, “por otro camino han partido y
seguir por el mismo han decidido”, Francis “El Paciente” informa al resto de
los “combatientes”. Continuamos por la acogedora dehesa, tranquilidad y quietud
rezuman a “espuertas”; “achispados” y jubilosos, cabalgamos entre un laberinto
de encinas, todavía bajo el influjo de la “quinta maravilla”; “el gato ya está
en la talega”……”pero hasta el rabo todo es toro…” y por el “llano de la
fresneda” al perdurable líder las fuerzas le flaquean, “tranquilo y paciencia”,
quitamos “alguna” marcha y despacio para casa. También aparecen los “extraviaos”
y desde donde salimos, otra vez, todos
coincidimos.
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"Museo de tesoros..." |
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"Callejón de jaras...." |
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"El líder con tesón..." |
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"También bajadas y diversión..." |
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Por la abigarrada dehesa |
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"...dando el do de pecho...." |
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"...dejando atrás el tupido encinar" |
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"Saliendo del Toril" |
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"De risa; reserva fluvial alambrada" |
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"Zona de la fresneda...." |
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"Explanada del Baldío..." |
En definitiva, ruta circular de 58
kilómetros, los principales caminos que hemos transitado han sido; Cañada Real Leonesa
Oriental, Velada a Sotillo de las Palomas, Sotillo a Montesclaros; Buenaventura
a Segurilla; Montesclaros a Parrillas; Camino Aldea Arango a Velada, Camino del
Toril. Hemos pasado por las localidades de Sotillo de las Palomas y
Montesclaros.
Pd: JoseMa, Roberto, muchas gracias por
vuestra aportación fotográfica.
Buen día……………SALUD
“mil caminos
por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”
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