jueves, 17 de julio de 2014

Subida al Torozo

     Sábado día 12 de Julio: Antecedentes de una salida. Compartiendo la felicidad con nuestro amigo Raúl,  en un día grande,  entre amigos en un entorno idílico,  no puede faltar la  “parranda” y  emociones sentidas, en la fecha de  su enlace matrimonial con Leticia;  “dicen,  que de una boda sale otra….” (“ puede ser, tal vez “), pero en este evento,  lo que recibo , es otra agradable  invitación ¡¡¡¡mañana a la montaña y madrugón!!!  …..Se “encienden” todas las alarmas, un cosquilleo me recorre el cuerpo ¡¡¡¡y acepto el reto montañero!!!

      Domingo 13 de Julio, toca madrugar después de la noche pasada “rondar”. Acudimos al lugar pactado,  y “a un par de ellos, se les ha pegado las sábanas y toca  esperar”. Cuatro veleños quedamos para “este asalto”; salimos con retraso, pero “no decae el ánimo”, todo lo contrario,  buen humor y una ruta entretenida  esperando. En vehículo hasta Cuevas del Valle y  antes de partir, nos encargamos de todos los detalles; protección solar, líquidos para abrevar y “la ropa más ideal”. Comenzamos la jornada entre un “laberinto de castaños”, “que si por aquí” , “no,  por allá” ,  “por arriba, esto es una acequia” “de la vereda buscada, ni rastro”…ahí de frente,  está “la pista empedrada”. Desde el inicio, (“para qué esperar”)la  pronunciada ascensión  por la milenaria calzada romana, hacemos un particular homenaje a la tradicional trashumancia;  un ritmo “alegre” nos guía por la empinada pista, de todo un poco hablamos en el equipo “multitemático”,  el  sombrajo de la frondosa arboleda,  nos resguarda del amenazante  solano y el fresquillo mañanero, hace más llevadera la animada marcha. Retamos al desnivel romano  y hacemos “chistes” con “el destajo” del descolocado empedrado; un poco más arriba, el “Puerto El Pico” aguardando. Entramos en la senda más montañera, continuamos la empinada progresión, seguimos de chácharas y con el buen humor; nos recreamos con las privilegiadas vistas y a Gustavo le “invitamos", a  que levante la “testa” y admire  todo lo que le rodea. A nuestro paso, “escalando”, atrás dejamos, acogedores refugios, generosos manantiales de aguas frescas y cristalinas y unas panorámicas genuinas. En la gran pradera, avistamos una manada de apaciguados  astados, “¿qué hacemos?” “¿los esquivamos o toreamos?”, hay cierta desconfianza, y al final, fotografía y unas risas. El último tramo,  se levanta entre piornos y callejas de piedras, la caída al vacío nos presenta sus mejores “galas”,  hacemos el último esfuerzo y las espectaculares vistas nos esperan. Arribamos en la “planeada cima”, el majestuoso vuelo del águila coronando nuestras cabezas; aquí arriba,  “corre” una  gélida  corriente,  “alguno, la puertas  se ha dejado abiertas”; nos abrigamos, fotos de rigor y a llenar la andorga para “bajar mejor”.
Calzada Romana

¡¡¡¡Vaya trío!!!!Non coment.

     





Esperando el autobús

A los pies del Puerto El Pico








Por la Senda del Torozo
"También posamos..."
Refugio "del tío Mantecas"
"Continuamos subiendo....."















"....por la angosta senda..."
"Fuente de las Calesas"

Refugio de loa  Cervunales
Panel informativo









"De capea..."
"Por la pasarela de piedras..."









Punto geodésico del Torozo
De espaldas a las cinco villas








      Reemprendemos la marcha, “ahora toca bajar” (buscamos los “mojones” que nos marcan un camino “escondido”- para hacerlo circular-); una copiosa gravera de  piedra suelta, nos “obliga” a pronunciados “zig-zags”, “vamos rajando” (para no variar), ¡¡¡ostras,  Angelito se ha quedado atrás!!! No hay problema, el “susodicho baja volando”; por estas “ínsulas” montañeras “andorreamos”, con las desmedidas vistas nos recreamos; ¡¡¡alto!!! A Quini,  “un bravío piorno en la pierna le ha corneado” ("coraje y pundonor, en plazas más grandes he lidiado") ya que en otras épicas  lides se ha marcado .….Mis compañeros, ahora entienden “eso del pantalón largo”. El descenso es entretenido y el camino “pasa en un suspiro”, pero antes, llega el “momento delirio”, a nuestras espaldas, en lo alto de la cresta, avistamos “tortugas que desafían a un águila” (una cabra, persona o canto, “ahí es na”, hasta dónde la imaginación puede aterrizar).  Al final, “los cuatreros” coincidimos, “ahora se hace más corto el camino”. Abrevamos en la fuente del Puerto del Pico, agua fresca para saciar los sentidos y la pista empedrada nos abre sus anchas puertas. La vuelta sin novedad, eso sí, ahora el calor aprieta un poco más y el paso romano “comienza a calentar”; continuamos con las amenizadas  disertaciones, a "estas horas",  ya se pide hasta turno de palabra, esto va a más…..y para rematar, una excepcional jornada para enmarcar.

"Descenso a la carrera..."
"Desvariando sobre las formas de la cresta"


   





"Aún hay tela que cortar..."

"Ante todo,  concentración"








Entre el resguardo de los castaños....
      En definitiva, ruta de montaña de 18 kms (la “oficial” son 20 kms); hemos salido desde Cuevas del Valle hacia  la Calzada Romana (Cañada Real Leonesa Occidental), Senda PR AV 37, Alto del Torozo, Senda del Puerto El Pico, Senda PR AV 37 y Calzada Romana.

   Buen día…..SALUD

   PD: al final, se “gripó” la cámara (“tanto delirio y bolerías”) y ha cambiado hasta la fecha…
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   “mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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