martes, 12 de agosto de 2014

Ruta: Trashumancia Burriclista

Domingo diez de agosto, en el lugar de partida –colegios- treces  caballeros veleños y “gatiño el gamonino”, nos presentamos a filas  en  la semanal cita. Con las burricletas bien dispuestas y preparadas para la pactada contienda, aparece engalanado “El Gran Maestre”  con   un atuendo bastante llamativo y  “reluciente”, “¿será un traje de superhéroe?”. Habían dado a aceptar en la propuesta y hoy, hacia  Ramacastañas por la “perdida cañada”.

      Comenzamos la etapa, recorriendo las desiertas  calles de Velada que hacia las “afueras” nos han de llevar; por el conocido “camino nuevo”,  el vistoso “secarral” atisbamos, también los verdosos “melonares” y  la considerable escuadra, bien agrupada de “cháchara” a primera hora de la mañana. Primer pinchazo, Pedro “Hierros”, nos pone en alerta, parada y en un “plis”, “la papeleta resuelta”. Nos adentramos  en el entorno “adehesado”,  la tranquilidad del monte nos envuelve y los profusos arenales, “nos obligan a apretar los pedales”. Un giro a la derecha,  la extensa cañada nos abre sus anchas puertas, a un lado el vistoso pantano, también cruzamos arroyuelos “resecos” y en la sombra de la chopera,  nos paramos a “contemplar”. En este punto, el amigo  Roberto “El Bueno”, “pide la baja voluntaria”,  por “indisposición nos tiene que dejar”. Sin novedad por la prolongada  vía ganadera, hasta que llegamos al tramo “menos transitado”,  la mayoría deciden marchar  por “el lado asfaltado”; “cuatro gatos”, marchamos  por  pasos asilvestrados, veredas escondidas entre fornidas retamas y vigiladas  por  algunas “desperdigadas chaparras”  y para rematar, toca escalar por un terreno bastante irregular. Nos agrupamos en el “alto del boquerón”, pero desde aquí, se disgrega el aguerrido pelotón. Ahora, un sexteto componemos la expedición; más de lo mismo por la vía de tradición milenaria, dorados pastizales, una senda perfectamente marcada, piedras “salteadas” y extendidas zarzas en las huellas  del “apagado humedal”; pericia, control, algún “apretón”  y momentos de diversión, avistando la cadena montañosa al final del salón. ¡¡Alto al escuadrón!!!! Falta Diego “Sin Miedo”,  Martín “El Fiero” sale a su encuentro, esperamos y cuando regresa, “es el cambio trasero, que la puñeta me  va haciendo”, mosqueado  nos comenta. Nos perdemos por la “lujosa estampa”, cuando  un lustroso jabalí avistamos detrás de la espinada alambrada; Gabriel “Lamparillas” se nos viene “arriba” y sigue el rastro, por si hay más “bichos escapados”. Con el terreno a favor, aligeramos el paso, - un poco más atrás otro aviso de avería-. Arribamos en la aldea de Ramacastañas, aprovechamos para “reparar” en la gasolinera,  mi  “afectada” burricleta  y en la arcaica fuente, paramos a repostar; fruta fresca, pasas, dulces y cereales en la variada bandeja,  para reponer fuerzas y la “segunda parte afrontar”.
"Camino de Arenas, Navalcán, Parrillas"

"Salida de Velada: camino nuevo"


     





Camino de los Veratos.
"Crónica de un pinchazo"







Cañada Real Leonesa Occidental
Puente hormigonado: río Guadyerbas








Veteranía y ejemplo en el pelotón
"Alto del Boquerón...."








"Buscando la mejor trazada..."

"Diego, concentrado en pleno esfuerzo"







Jesús "Gato", posando.

"Recuperando la olvidada cañada"








Antiguo puente del río Tiétar
"....Gredos de fondo..."








Rodando agrupados.
     Reemprendemos la marcha, por el camino rural hacia las “cuevas del águila”, cruzamos el “rebajado” río y “nos apretamos los machos”, para combatir los altivos repechos. Comienza el “ritual empinado”, ¿qué más comentar de este romántico  tramo? Puede ser breve  o hacerse  una eternidad, pueden  ser tiempos de  paz o la más sangrienta batalla, puede ser un “monótono” llano o la más pina maravilla, puede ser una infantil  fábula o la más trágica comedia. A estas horas “el tío del mazo” se “marca un paseo serrano”, cuando  “el insaciable águila, picotea a Jesús “Gato” y le deja acalambrao”. Por la ceñida calleja del acogedor pinar, el sombrajo nos reguarda del amenazante calor, las recogidas jaras y los madroños enanos también  son testigos de esta dicha y otros tantos  quebrantos. Atrás dejamos el “rincón encantao” y “vuelta la burra al trigo”, otras dos averías; “Pedro Hierros está gafao” y Diego “Sin Miedo”, de fuerzas anda  sobrao, “antes de poner, la cámara se ha cargao”. Enésimo momento de cachondeo , ya no sabemos si reír o quedarnos en Parrillas a “dormir”. Salvamos las últimas pendientes quebradas y con piedra sueltas adoquinadas  y desde la cuerda parrillana, nos camuflamos con la quietud del reconfortante aire y la fugaz bajada con entrega afrontamos. Cruzamos la festiva aldea, no sin antes pensar en un refrigerio (hoy, sólo han sido  la intención), por el marcado camino, polvo, sol, signos de  fatiga y de “berenjenas hasta arriba”, vadeamos  el arenoso río, abrimos las porteras pertinentes, también divisamos por  el plácido encinar  la elegancia de los  cérvidos  complacientes. Sin más novedad, de vez en cuando nos toca mirar para atrás y esperamos para  “reagrupar”, hay  “indirectas-y no tanto- de invitaciones a “cebada fresca”, para recuperar,  aunque algunos dicen, que van “abrevar bien”, cuando en la entrada de la villa,  nos despedimos hasta la próxima aventura.
Cuestas en la Sierra del Águila
Cruzando el río Tiétar







"Encajonados en el pinar"

"Encarando la rasgada subida"






"Entre pinos y jaras"
"Agotando los repechos..."








"Taller de campaña..."
"Por la cuerda parrillana"








"Camino rural Parrillas"
Camino de Parrillas a Velada








"Cruzando río Guadyerbas"
"Buscando la reparadora sombra"








"Antigua labranza y cochineras"
"Camino Arenas,Navalcán a Velada"









     
     Resumiendo, ruta circular de 72  kilómetros, los principales caminos recorridos han sido: Arenas de San Pedro, Parrillas-Navalcán, Veratos, Cañada Real Leonesa Occidental ( desde el Embalse de Navalcán hasta Ramacastañas ), Camino de las Cuevas del Águila-Navalcán-Parrillas, Sierra del Águila, Camino de Arenas a Parrillas, de Parrillas a Velada. Hemos cruzado las localidades de Ramacastañas y Parrillas. También hemos pasado por los ríos Guadyerbas (ida y vuelta), Ramacastañas y Tiétar (dos puntos).

Pd: Diego, muchas gracias por la aportación fotográfica (1).

Buen día…..SALUD


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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