miércoles, 8 de julio de 2015

Ruta: Molino Montoya

     Domingo cinco de julio, “una  nueva ola de calor” es la amenaza para la festiva jornada. Diez caballeros veleños y “Blázquez” el gamonino,  que también se une a las andanzas de los imprevisibles  caminos. Varias son las ofertas sobre la mesa,  por mayoría, nos vamos a la orilla del río Tiétar; el destino “es el molino”, rincón desconocido para algunos de los presentes.

     Comenzamos la etapa, danto vida y colorido a las calles de Velada,  por la “calle mártires” abandonamos la adormilada villa. Bien agrupados “de todo un poco vamos comentando” por  la “achicharrada” estampa adehesada; cruzamos el arenoso río,  tratamos sobre la jornada en familia (para dentro de quince días), a nuestro paso,  el ganado vacuno  todavía “repanchingado”  en el  inmutable encinar. Circunvalamos la villa navalqueña, en estas, un par de compañeros “han ido a abastecerse de agua fresca”, “hemos quedado en las piscinas” (al final, ha sido más arriba). Salvamos los repechos hormigonados y delante de las privilegiadas vistas nos colocamos; la bajada fugaz, antes de adentrarnos en los ardientes parajes del averno;  pasos quebrados, regueras secas y rasgadas –nos hacen elegir la mejor  trazada- . Por la postal de los pastizales y altas retamas, disfrutamos el ameno descenso, hasta que arribamos en el “rincón molinero”.  Admiramos la prodigiosa construcción pétrea, recorremos sus recovecos, somos testigos del paso de las aguas silenciadas  e inmortalizamos  los  dóciles  momentos. Aprovechamos,  para repostar en el plácido e insonorizado lugar, compartimos viandas y continuamos  “tramando”,  las próximas hazañas.

       










































































     Reemprendemos la marcha,  ahora nos toca “la escalada cerrera”, pues eso, “cada uno como pueda”;  resulta hasta entretenida,  por las piedras sueltas y las continuas regueras, ¡¡¡tenemos que ir en alerta!!! Salimos a la pista más ancha, todavía estamos “en versión parriba”; “unos meten el  turbo”, “otros dándolo todo”,  “más de uno,  con un sofocón”, “y el Gran Maestre en burro”. Nos agrupamos,  hasta que estamos “todos”; partimos, con una marcha más y por el  llano camino, se levanta un alud de polvo en  nuestro jocoso  cabalgar; cruzamos las calles de Navalcán y “el tramo de asfalto tenemos que evitar”.  A estas horas, “bien que atiza el Lorenzo”  y  hasta  sin maillot  va Martín “El Fiero”. Por la avenida del sosegado  encinar, se levanta un remolino, “alguno mete otro hierro  más” y esto es un no parar; ¿se quieren foguear?  “llevan prisa, se tienen que  ir a bañar”. Nos hacemos con los arenales tendidos en la “fogosa dehesa”; Domingo "El Maca" y el que relata ,no hemos entrado en "planeada escapada", pero, por aquí andamos, de cháchara y  sin perder de vista la retaguardia –algunos, ya estarán en casa- ; a lo largo de la  marcada  vía, la mayoría nos vamos juntando; los demás, “para adelante van arreando” - Diego “Sin Miedo”, nos va informando. Bien agrupados, “en modo distendido”, “fatiga, sol y algún herido” en el encendido camino,  antes de apretar en el último repecho;  hacemos una “bajada extra” para ir a buscar al  “sufrido maestro”. Después de este desenlace, los compañeros veleños, avisan al “Gran Maestre”, para que no ataque “para ganar la etapa”……Sin más novedad, podemos contar  otra jornada más………….

 






 















































      Resumiendo, ruta circular de 52 kilómetros, los caminos transitados han sido: Camino de Velada a Arenas-Parrillas- Navalcán; Camino de la Tabla, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de Talavera a Navalcán; Camino de Navalcán a Candeleda, Camino de Valcasillo, Camino Molino Montoya-Camino Valcasillo, Camino de la Fuente Alta; Camino de Navalcán a Talavera, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de los Veratos, Camino de Navalcán-Parrillas Arenas a Velada.

Buen día……………SALUD.

“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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