domingo, 27 de diciembre de 2015

Ruta 24D burriclista.


     Jueves, veinticuatro de diciembre, toca etapa navideña, para mantener “las antiguas” y consolidadas tradiciones veleñas. En el habitual punto de encuentro, un sexteto de burriclistas, acudimos a la festiva cita;  valientes gamoninos, el “todoterreno” Rufo y  “el relatero”, “¿dónde están los demás veleños?” y otras preguntas se hacen los extrañados presentes;  motivos familiares y  bajas laborales, les impiden acompañarnos por los elegidos andurriales. Podíamos haber quedado en el pueblo vecino, debido a “la mayoría gamonina”,  además,  se “amotinan” y “preparan hacerme alguna fechoría”.

      Iniciamos la jornada, no están nada mal las temperaturas, teniendo en cuenta las invernales fechas;  hacia la urbanización  de los “Perales” nos dirigimos y  El Lobo, que  esperaba encontrar un vergel de árboles frutales por el nominado camino. Cruzamos las anchuras  heladas y grisáceas  del  protegido “Baldío”, adormilados establos y parcelas poco atendidas, son testigos de las animadas chácharas que llevamos  “los burriclistas”  convocados. Resuenan zambombas, panderetas y el tintineo de los  almideces, antes de “asaltar”  “el rincón de los sueños”; estrechas veredas, cuidadosamente resguardadas  en un sutil lienzo, salpicado de  piedras y chaparras; los frescos  aromas del engalanado monte y un callejón de pinos nos transportan por el paraje divino. Nos “ponemos a prueba” por la vía tendida, para arribar en “El Olimpo de la Fantasía”; abrimos el transparente  telón y nos colamos en la idílica representación; unicornios alados, guiando nuestro alegre  paso; cantos de sirenas, embriagando el hechizado  lugar y  las ninfas de las retamas, dando color y brillo a la enaltecida  postal. El amigo Rufo, no es capaz de articular palabra, “¿no le gustará el mágico rincón?”; -“voy al máximo de concentración”, -nos comenta- en pleno delirio y rebosantes de emoción. Nos damos un respiro por la estirada cañada, comentamos la fantasiosa jugada, contamos otras batallas y  todos los  años que llevamos “dando guerra y rodando”. El refugio del ruiseñor nos acoge; la falta de agua, deja una estampa descolorida y  “algo desolada”, pero la límpida esencia, planea sobre nuestras cabezas. No hay tiempo para lamentos, ni quejas, “nos toca escalar hacia el mirador de las estrellas”, una vez más, recordamos el prudente  lema, “todos a una y cada cual como pueda”; Jesús “El Gato” y “Boliche”, suben  con soltura, nos recreamos con las vistas cerreras, pero también “apretamos las bielas”.  En lo más alto, esperamos y nos agrupamos, “me llevo” a los osados aventureros, a hacer “un bucle” por los divertidos terrenos “cagarraches”, antes de buscar la concurrida plaza para repostar. Compartimos “viandas”, fruta fresca, pasas y  dulces de las fechas señaladas y la foto de rigor –en el tenderete frutero-  para dar fe de la jovial tradición.



     





























        Reemprendemos la marcha, callejeamos por Segurilla, también dejamos atrás la villa “zorrera” y  nos enfilamos hacia el andén cerrero; “El Lobo” nos recuerda “¿sus cuántos repechos?”, ¡¡¡qué exagerao!!! Si de tanto pasar, se está quedando llano;  Cabalgamos –aunque tengamos las sensación de que volamos-  y  “algo” escalamos,  ante la atenta mirada de “Las Piedras Caballeras”. Nos adentramos en “El Parque Gamón”; ejércitos de piedras y chaparras, custodiando la fortaleza cerrera y al “místico lechón”. Nos postramos ante la reliquia gamonina y  el  amigo Roberto “El Bueno”, me quiere “sacrificar en el improvisado altar” para pedir  que llueva y algo más (“….cría cuervos…..”). Nos perdemos por el abigarrado paisaje, buena armonía  y risas a raudales; bajada de vértigo por la “rasgada colá”, más veredas asilvestradas para “quemar la traca” y en la sede de Gamonal (El Hogar de los Amigos) , paramos a abrevar; echamos “un buen rato” y  amenos  momentos con temas variados; después de los deberes bien hechos, felicitaciones sinceras, nuestros mejores deseos, con brindis incluido  y más  retos para los  días venideros. Después de la entretenida reunión, despedida –en breve, más-, hacemos las maletas y con nuestras “burricletas” por el camino de “La Piedra Llana”, partimos hacia  Velada. Jornada fructífera, bastante entretenida, muy buena compañía –aunque se ha echado de menos a bastantes habituales-, hemos contado –y disfrutado-  con la siempre admirable y ejemplar presencia de Rufo “El Galonado” , ¡¡¡ojalá nos acompañaras,  más a menudo!!!



   






    














       Resumiendo, ruta circular de 44 kilómetros, los principales caminos transitados han sido; Camino de Velada a Mejorada, Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de los Huertos, Senda de los Pinos (Cerro Arriero)Camino de la Herrería, Senda de Mejorada a Montesclaros, Cañada Real Leonesa Oriental; Sendero del Ruiseñor, Camino del Vertedero, Camino de Segurilla-Mejorada-Velada, Senda de la Encarnación, Veredas del Verraco, La “Colá” de Gamonal, Camino de Gamonal-Velada.



   Buen día………..SALUD.




“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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