martes, 1 de marzo de 2016

Ruta: El Riscal y El Dragón dormido

     Domingo, veintiocho de febrero, oscuridad en el cielo  y desde el revuelto ambiente  la jornada se presenta amenazante. Once caballeros veleños, nos damos cita en el habitual punto de encuentro; con las burricletas bien dispuestas y prestas para la festiva contienda ¿llanos o cuestas?;  El Gran Maestre nos presenta su propuesta, “al Riscal subiendo a media ladera”.

     Iniciamos la jornada por la nublada avenida, “esto es nieve en la montaña y por aquí, nada”; cruzamos la ancha cañada y nos enfilamos a “picar la primera magra” de la mañana; comenzamos la escalada con el establecido lema “cada cual como pueda”; fotografías para el recuerdo, mimando los mejores momentos “en pleno esfuerzo”; esperamos y nos agrupamos, para  cabalgar hermanados; más adelante, por el callejón encinado, nos dan el alto;  “Domingo El Maca ha pinchado”; nos ponemos manos a la obra, preparamos las herramientas necesarias y Ángel El Guerrero (“que,  por fin ha vuelto”) en tiempo récord arregla el entuerto; también hay conato de capea, Ilde “El Suegro” y el Maestro, “lo intentan desde el empedrado burladero”. Marchamos bien agrupados, “de todo un poco hablamos”, pero, Eduardo “El Carpin” se empeña “en que llueva”; atravesamos las tranquilas  aldeas vecinas y bajamos por el camino del “Pontón”, “para meternos entre pecho y espalda el temido repechón”; toca apretar y  vuelta a escalar ¿y algún calentón? “es la hora de resoplar”; se vuelve a rasgar el grupo, pero de uno en uno vamos coronando y los demás, unos “rebajando” y otros esperando. Desde aquí, nos adentramos en “la reparada senda”, rincón acogedor y con pinceladas asilvestradas, mientras damos un capricho a las despiertas retinas, entre vallados de chaparras y muretes de alineadas  piedras. Arribamos en el molino del Riscal, lugar idílico para repostar; nos recreamos con las singulares vistas,  los murmullos del agua golpeando con fuerza sobre las lavadas piedras y los caballeros veleños desde la grada, contemplando la sutil estampa; además de alimentar los sentidos, también llenamos la andorga, nos hidratamos y rápido  recogemos la mesa y como diría un buen amigo, “cabra coja no quiere siesta.

 
     



























































































        Reemprendemos el camino de vuelta y a pocos metros, el venerado arroyo cruzamos, sobre las piedras, encaramados; no hay tregua, y desde aquí, nos colamos en  “otra fiesta”,  digo,  en otra cuesta. La afrontamos con ganas y tesón en “el aguerrido pelotón” y  después de recuperar “posiciones”,  me adelanto para enmarcar la ideal  panorámica; aquí está,  la noble sierra, con  los nubarrones de  fondo y mis compañeros dando color y alegría a la postal elegida. Después de la conocida trepada, llegamos a “la cruz de los arrepentidos” y otra vez nos agrupamos. En este punto, invito al grupo a llamar a la puerta “del desconocido camino”; la mitad de la cuadrilla, lo deja para mejor ocasión; Martín El Fiero (“otro elemento, al que echábamos de menos”) también nos deja, muy a su pesar;  “mejores momentos vendrán” –ya lo verás-. Pues lo dicho, amablemente tocamos “al timbre”, tiene difícil explicación, para aquellos que antes no han bajado por “la antigua y perdida senda”. No me cabe la menor duda, que nos ha “engatusado”, a pesar de que “el dragón de siete cabezas” estaba aletargado. A los pies del arroyo, “huele a quemado”, utilizamos adjetivos superlativos para comentar  la espectacular jugada y todos coincidimos  en “la celestial escalada”, ¡¡tenemos que venir enseguida!!! El Gran Maestre, no  ve claro “tanto suplicio”  y  se presenta voluntario para cronometrar desde la cima. Entre todos, decidimos “subir por el vertedero” (“aunque,  yo sé por donde quería la mayoría” jajajajajaja)  parece la alternativa más “suave”. Andamos el camino y escalamos, aunque mis pensamientos están posados en otro lado; “¿por dónde la enlazamos? Tiro líneas y recorto por aquí, senderos,  por allá, otra subida para calentar ¿Cuándo volvemos? Les comento a los fieles compañeros; Nicolás “Charcos” pide una semana más  “para entrenar”, Diego “Sin Miedo” ¿podrá esperar?  a  Roberto “El Bueno”, su silencio le delata e Ilde “El Suegro” se muestra muy dispuesto “¿quién dijo miedo?” Entre delirios y otras tantas ensoñaciones, fantaseamos con “la terrible cuesta”,  contemplamos las vistas cerreras y “allá camuflado, atisbamos el trofeo cuasi-conquistado”; “su fantasma nos persigue por todos lados”.  Sin darnos cuenta ¿o sí? Coronamos “otra torreta”, mientras  esperamos y nos agrupamos en “cada tachuela”. Por los  territorios “cagarraches”, nosotros a lo nuestro y  para no perder el hilo, hablamos de bautismo;  “El Angliru Local”, “La Subida Infernal”,  otras tantas más  y “erre que erre” con venir ¡ya! De esto, “a los demás compañeros ni hablar”, para que bien  lo puedan “degustar”. Atrás,  dejamos los pueblos cerreros, continuamos cabalgando en un día “nada claro” del tiempo hablando; contemplamos los verdosos y floridos prados con el lustroso ganado, pastando; el aire pulcro reposando en “la vía zorrera” y nosotros, divagando, entusiasmados por la armoniosa postal estampada; saludamos a otros burriclistas, bajamos alguna marcha “para juntarnos” aunque, a estas horas  “el gato ya está en la talega”, seguimos con el desafío monotema; sin novedad, planeamos por el descenso de “La Gamonosa” avistando la nevada serreta, mientras “algunos se lanzan hacia el Barbú  a tumba abierta”. Pletóricos  y  henchidos de "tanta emoción", el inminente  reto, “despertar al dormido dragón” (“a buenos entendedores…..”)



 
     





















































     Resumiendo, ruta circular de 45 kilómetros, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino de Buenaventura (Gran Muralla, “Pontón”), Senda de los Pradejones-Riscal, Camino del Hituero, Camino de Valdecolmenares, Camino de Mojosal (Vertedero), Camino de Segurilla-Mejorada-Velada.



    Pd: Roberto, muchas gracias por tu aportación fotográfica (2)


   Buen día………SALUD.



“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 



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