martes, 13 de septiembre de 2016

Ruta: Subida al Cerro de La Estrella

Domingo, once de septiembre; continuamos con las planificadas kilometradas y largas cruzadas; diez caballeros veleños, acudimos al habitual punto de encuentro  con las burricletas bien dispuestas y prestas para la estoica contienda; entre los convocados, Roberto “El Bueno” también  se ha animado, siendo las  fiestas patronales de  su pueblo, su grata presencia nos sorprende a todos. Pues eso, en el día de hoy nos vamos a la conquista del cerro de La Estrella.

     Iniciamos la marcha por los cuadros de La Vega, rumbo hacia la Oriental Cañada; cabalgamos bien agrupados, con unos y otros compañeros de “todo un poco vamos hablando”, también comienza el recital fotográfico por “el colosal llano”; extensos campos amarillentos y por el agresivo estío, “castigados”, dominan el vasto decorado. Sin darnos cuenta, cruzamos la villa calerana y la estirada vía nos aguarda para hartarnos a dar pedaladas; a nuestro paso, las custodiadas tierras bien labradas y con esmero cuidadas, los primeros túneles abriéndonos el paso y un parque de aspersores, a pleno rendimiento a las verdosas parcelas de agua saciando y  a través de  la infinita pista, centenares de almendros, exhibiendo “su traje más apagado” por el camino despejado. Nos recreamos por la grandiosa construcción, elevada sobre el tranquilo torrente y atravesando los taladrados cerros, avivamos la marcha ante la ingenua pendiente. Después del continuo llaneo, abandonamos la pista ferroviaria y nos colamos en terrenos  más irregulares; continuos subes y bajas, incrustados en tramos asfaltados; mientras, allá al fondo,  nos aguardan las izadas alturas, gobernando la indómita estampa cerrera. Algunos compañeros toman la delantera, otros tantos nos quedamos custodiando la retaguardia, cuando  me doy cuenta,  que la legendaria burricleta se tambalea; “parece que he pinchado” y suena la voz de alerta; paramos y con la ayuda y paciencia de “algunos caballeros”, damos aire a “la jamelga” a ver si con este trago se arregla. Apretamos para llegar a la línea de cabeza, damos novedades y en breve, resuenan las animadas melodías y los agudos acordes de “guerra”; ante nosotros, la prominente cumbre se presenta y con valentía nos reta; empezamos con “timidez” la brutal refriega, “algunos” conocemos al enemigo, “otros” ya nos contarán “cómo les va”; entre árboles frutales, secas retamas y otros arbustos se ocultan las temidas cuestas, hasta que llegamos a las exageradas “Puertas de San Pedro”, con porcentajes de más del 20 por ciento; espectaculares repechos hormigonados que nos dejan sin aliento; unos suspirando, más de uno, acordándose de haber venido y también al cielo “clamando”. Vamos salvando perfiles brutalmente empinados entre un mar de jaras “flotando”, piedra suelta tapizando algunos trechos y sin descanso para las pulsaciones, hasta los angostos callejones, son testigos de nuestra “castigada presencia”; se escuchan comentarios varios, sonoros  “resoplíos”, bufidos y lo raro es que podamos decir “algo”; en el final del agónico camino “parece que se ha estirado el muy condenado”, vamos haciendo “eses” para combatir los temerosos desniveles, rodamos a cámara lenta, dando bandazos y visibles chepazos antes de acomodarnos en los últimos metros más llevaderos; aquí, nos preparamos para coronar la resistente fortaleza, que con mimo y sigilo, vigila la zona de “La Estrella”. Para Antonio Medina, el reconocimiento de honor y para toda la expedición –por su valentía y pundonor-  el diploma de la satisfacción en el nominado Torreón. Comentamos la jugada, nos deleitamos con las genuinas vistas, mientras repostamos, nos hidratamos y compartimos viandas, para recuperar fuerzas y del “citado sofocón”. La amable guardesa, es la encargada de hacernos la foto de rigor para enmarcar y recordar el laureado firmamento estrellado.  















































































































      Reemprendemos la marcha, examinando y “tanteando” la exagerada bajada, para hacernos una idea “de la brutal escalada”; el camino de vuelta, es un no parar “volamos” por los territorios conquistados; por el tendido descenso, también por los metros que apuntan hacia arriba, rodamos con sobrada alegría. En Aldeanueva, paramos a abrevar, llenamos la botijas y de paso, “doy aire a la burricleta” que se ha vuelto a marear. En plena vía, cuando el calor "parece que ya atiza",  se dispara la velocidad, “por encima de treinta” de forma continua, que no quieren bajar;  parajes que con prisa se mueven a nuestro paso, recogemos los fotogramas recortados y restos de retales por el camino dispersados y como “no hay dos sin tres”, me toca dar presión otra vez (“No voy a poner la cámara, a ver si me puede aguantar para llegar”). Otro apretón, para llegar a primera línea y yo –con la mosca detrás de la oreja-  voy  más pendiente de la rueda trasera; atrás, dejamos Calera, cruzamos la vía ferroviaria y nos adentramos en  el camino del Canal; en este punto, aminoramos “algo la marcha”, pero sin dormirnos, por lo que pueda pasar;  continuamos de bromas y Gabriel “Lamparillas” haciendo de las suyas sin avisar; con alegría y fervor,  rodamos por el carreterín, entramos en la festiva aldea de  Gamonal, la verdad, “ no sé cómo he podido rodar”. Paramos a refrescarnos en la terraza del “Marchus”, saludamos a compañeros gamoninos de andanzas y caminos; subimos “puertos míticos”, hacemos otras rutas diseñadas, mientras caen refrescos, zumos de cebada y exquisitos pinchos. Sin más novedad, por “La Piedra Llana” arribamos en la villa señorial, jovial despedida por la épica etapa y hasta la próxima jornada.























































     En definitiva, ruta semicircular de 90 kilómetros, los principales caminos transitados han sido: Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de La Raya de Chozas, Camino de Navalcán a Calera; Vía Verde de La Jara; Camino de Aldeanueva de Barbarroya a La Estrella; Subida a La Sierra Ancha; Camino de La Estrella-Aldeanueva, Vía Verde de La Jara a Calera; Canal Bajo del Alberche-Gamonal-Velada.


Pd: Diego, Cristóbal, muchas gracias por vuestra aportación fotográfica (9).


  Buen día……………SALUD.  


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 


No hay comentarios:

Publicar un comentario