miércoles, 12 de abril de 2017

Ruta: El rescate de la princesa (Oropesa)

Domingo, nueve de abril, aunque hemos cambiado la hora de salida, las bajas temperaturas mañaneras, nos obligan a ponernos prendas de abrigo todavía. En el punto de partida, nos juntamos catorce caballeros veleños, “una caterva” de burriclistas y eso que faltan  otros tantos  fieles y de alto rango. Con las burricletas bien dispuestas, nos preparamos para la nueva contienda, no hay duda, nos vamos a rescatar a la princesa a la villa de Oropesa.

Iniciamos la jornada  bajando por el camino “imperial”, vamos a cabalgar por  el paso tradicional, aunque, por  el primer tramo, todavía no podemos (Camino de Velada a Corchuela-Camino Real) está pendiente de “limpiar y habilitar”. Cabalgamos “sin prisa pero sin pausa”, intercambiamos conversaciones con los compañeros, para hacer el camino más ameno y llevadero; enseguida nos adentramos en la dehesa más profunda y admirada por la numerosa escuadra; abrimos las porteras correspondientes (“unas cuantas en esta jornada”) pero,  las abigarradas postales merecen la pena ser contempladas. Para no variar, “nos habla el guarda” y según me comentan mis compañeros ( Ya me había  adelantado unos metros,  para hacer fotografías) Nicolás “Charcos” con “cariño” y  un toque en la  “chepa”,  le ha cantado las cuarenta, “con guardaganados  hay que abrir las puertas”. Recorremos terrenos poco transitados y asilvestrados,  que se pierden  por  el remanso encinar, pero que,  ante nuestra serena  presencia y deleite para  los sentidos, aparecen cargados de encanto; veredas ganaderas, vaguadas “poco marcadas” y otros tramos ocultos entre  el sembrado “esconden el camino centenario” –pero no olvidado-. Desde este punto, tomamos la vía de Horcajo, mejor marcada y balizada, aligeramos el paso con soltura y mucho desparpajo; sin novedad por la monótona y anchurosa  vía, arribamos en la villa festiva. Repostamos frente al lujoso parador, recorremos sus recargadas callejuelas, visitamos su conocido  mercadillo medieval, jardines bien cuidados, mientras recorremos el perímetro del  majestuoso castillo amurallado, a estas horas, no tenemos noticias  de la princesa encarcelada, “esta pájara, está cautiva en sus aposentos bien acompañada y   todavía no ha salido de la cama”.















































































Reemprendemos la marcha, a nuestro paso,  descendiendo desde el   tranquilo castillo,  cedemos el paso a un rebaño de ocas y los inmutables  camellos, ni notan nuestra presencia; en esta ocasión, cruzamos la vía ferroviaria  para  adentrarnos  en el camino más directo. Desde este punto, marchamos en plena cháchara, “pero sin bajar la guardia” ya sabemos que estamos fraguando “otra pachanga”; por estos lares, hacemos “ataques de peseta”  para animar a la osada grupeta. En  la primera línea, “se afilan las armas”,  Martín “El Fiero” vuelve por sus fueros, dando guerra; Alberto “El Maestro Ceramista”, éste ante cualquier alarma, nunca se “achanta” y Gabriel “Lamparillas” echando más madera a la caldera para volar por la pista reseca. Después de este arreón, bajamos alguna marcha y esperamos a los demás compañeros, mientras “el trío guerrero”, nos avisa, que “quieren llegar pronto a misa” y salen disparados con más prisa. Los demás, nos tomamos con “algo de calma” el camino real, disfrutando su particular forma de reposar y su sentida tranquilidad; a falta del timón del presidente, toma la palabra “El  Águila de Alcañizo” el primer lugarteniente, “vamos por la vía más corta y entretenida”, ya que la retaguardia marcha herida. Desde este punto, pasamos al lado de los mansos astados, posamos al lado de las longevas encinas, percibiendo “parajes achicharrados” y  mirando hacia atrás, buscando a los rezagados. Sin más novedad, arribamos en la señorial villa, hacemos los estiramientos de rigor, comentamos la jugada y despedimos a los compañeros hasta la próxima jornada.





















































En conclusión, ruta circular de 45 kilómetros, los principales caminos transitados han sido; Camino Real, Camino de Velada-Oropesa (Camino de Horcajo)Camino de Oropesa-Torralba-Camino Real-Velada.


Pd: Martín, muchas gracias por tu aportación fotográfica (2)



Buen día………SALUD.




“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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