Domingo, dos
de abril y temperaturas bajas nos acompañan al despertar la destemplada mañana;
como novedad, hemos tenido cambio de horario
y a las ocho y media, es la hora de partida desde ahora. Seis caballeros
veleños acudimos al habitual punto de encuentro, reseñadas bajas acusan a la
noble escuadra, entre lesionados,
perezosos y otras mejores causas. Con las burricletas bien dispuestas y algunos
planes sobre la mesa, tenemos varias opciones en la agenda, al final, optamos
por “Sotillo por la vía cerrera”.
Emprendemos
la marcha, con paso sereno y en modo distendido, recorriendo un tramo de la cañada, combatiendo el
mañanero frío; de todo un poco hablamos, arreglamos el mundo, repasamos temas
de actualidad “sin llegar a más”. Sin darnos cuenta ¿o sí? Escalamos por la
tendida Gamonosa, esto es un no parar –“pero de rajar”; a nuestro paso, vamos
poniendo los caminos y dando brillo a los apagados cerros. Cruzamos la villas
vecinas y saludamos al amigo Alberto “El Maestro Ceramista” que ha madrugado
más que nosotros y “pa`casa sale
disparado”. Desde este punto, buscamos
parajes más entretenidos y “vamos a darnos algo de brío”, más que nada, porque con tanta “cháchara
multitemática” no nos deshacemos de “esta empanada”. Mancillamos emblemáticos rincones, empapados del bullicioso silencio y
entre muretes de piedra y cientos de encinas cobijados; damos vida al florido
arroyuelo, nos adueñamos de las alegres melodías que nos regalan las generosas avecillas y
pintamos de colores, vallados y el tramo más asilvestrado. En nuestro reposado “cabalgar”, salvamos tímidos repechos, agrupamos y
esperamos después de trepar los pasos más empinados, oteamos la grandeza que nos
envuelve y todavía nos da tiempo a
recrearnos con las esparragueras que se extienden por la cuneta. Después de recorrer el bucólico
paisaje, arribamos en la aldea de
Sotillo y por mayoría, decidimos “comer en Cervera el bocadillo”, aunque
algunos compañeros ya habían sacado los víveres del bolsillo.
Atrás dejamos
la población “palomera”, para adentrarnos y “pelearnos” con el
gigante castillo de cuestas; salvamos
pendientes hormigonadas, también,
otras “regadas” con piedrecillas sueltas,
que hacen “que se encabriten las
burricletas”. El amigo Ángel “El Guerrero” nos da una exhibición de fortaleza
y empeño; Roberto “El Bueno” tampoco se queda atrás, me da “que se está preparando muy en serio el
mangurrián”. Por otro punto, volvemos a cruzar “el santo arroyuelo”, una
vez más, empinamos el anchuroso camino,
saludamos al enésimo grupo de burriclistas (“¿de dónde habrán salido tantos?”
ya he perdido la cuenta con los que nos hemos cruzado y no serían los últimos
de la jornada); con estilo, planeamos por el efímero descenso, “recordamos liebres pasadas”, nos lo tomamos con calma,
antes de entrar en la población de Cervera. Una vez más, paramos y nos agrupamos sin apenas detenernos, “picamos algo sobre la
marcha” y como “El Águila de Alcañizo”
ya se había comido su ración, le invitamos a que pase de largo, “que más
adelante le echamos el lazo” y “por si acaso” se lleva de escudero al amigo Roberto. Atrás, dejamos la aldea montesa y nos salimos por el
camino asfaltado, para colarnos en la divertida senda “de los contrabandistas”;
suspense, emoción, algo de magia y
brotes de alegría por la estrecha vereda, tantas veces recorrida. Nos agrupamos con los
compañeros adelantados, cruzamos la villa “cagarrache” y también, atrás dejamos
Mejorada y entre todos, acordamos
visitar la localidad gamonina. Sin novedad, surcamos el camino
despejado, con “sus cuatro picos” y un escenario bastante florido disperso por
los cerros coloridos; volamos por la fugaz bajada y sin darnos cuenta, entramos
en la festiva plaza de Gamonal. Desde aquí, cruzamos sus conocidas
callejuelas y por las afueras, muestro a mis compañeros de fatiga, un
novedoso paso ratonero y una repentina tachuela. Sin más novedad, recorremos los últimos metros del
camino, más relajados y distendidos, antes de llegar a nuestro destino. Hasta
la próxima.
En
conclusión, ruta circular de 55 kilómetros, los principales caminos transitados
han sido: Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada-Segurilla;
Camino del Hituero; antiguo camino de Segurilla a Sotillo de las
Palomas-Cervera de los Montes. Senda de Los Leñadores (Contrabandistas). Camino
de Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.
Pd: Jesús,
muchas gracias por la aportación fotográfica (1)
Buen
día……….SALUD.
“mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo
tiempo ni sitio….”
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