jueves, 6 de julio de 2017

Ruta: Subida al cerro de La Estrella (Sierra Ancha)

Domingo, dos de julio, en el habitual punto de encuentro nos damos cita ocho caballeros veleños. Con la ruta previamente pactada y la estrategia de las kilometradas, nos vamos a la conquista del cerro de “La Estrella”. El Gran Maestre y Nicolás “Charcos”, no lo ven claro y por su cuenta, diseñan otro itinerario, ya nos contarán, cómo les va su jornada. También,  nos acompaña Luci “Froome”, que después de dar el callo, viene sin dormir  de empalme al tajo.

Iniciamos la marcha, hacia los cuadros de la vega, buscando la vasta cañada; a nuestro paso,  anchurosos páramos que  el ofuscado  estío bien ha marcado, mientras cabalgamos bien hermanados y animados,  tratando temas varios, entre ellos,  ambiciosos “proyectos señalados”; atravesamos el estirado llano, también nos prodigamos por el territorio protegido de la avutarda “el gran pájaro” y en pleno apogeo, tenemos una grata sorpresa, se incorpora a filas el amigo  Ángel “El Guerrero”, ¡¡¡qué alegría después de tanto tiempo!!! Nos damos novedades, comentamos “hacia dónde vamos” y de rajar no paramos; cruzamos la villa calerana y en la vía verde nos colamos. Atravesamos amplios terrenos sembrados, cruzamos los túneles correspondientes, El Puente Amador también se hace eco de nuestra presencia, mientras seguimos la estela del memorable río;  a ambos lados, nos protegen  extensas plantaciones de almendros, a la vez que cabalgamos entre terrenos perforados. Más adelante de la estación de “Aldeanueva” buscamos el desvío que a nuestro destino nos ha de guiar, mientras que Roberto “El Bueno” y Ángel, continúan “todo rectos”, tienen ganas de rodar más e ir más allá. Los demás, el quinteto aguerrido, rodamos por el nuevo itinerario, el cual,  para algunos compañeros es desconocido  y se han empeñado en conquistar; “volamos” por el tramo asfaltado, salvamos pequeños tramos empinados entre encinas y jaras refugiados. Alberto “El Maestro Ceramista” se encarga de animar el grupo y nos deleita “con alguna bolería”, también vamos poniendo “picas” en las zonas más elevadas que se asoman al frente, haciendo ilusorias cábalas, antes de enfrentarnos a “la temida subida”, según les comenta Gabriel “Lamparillas”; por mi parte, intento quitar “hierro” al empinado asunto, pero de sobra sé, que vamos a sudar y “el caldo se va a cocer”. En el cruce señalado, les marco el punto de partida, “cada cual como pueda”, pero con cuidado “que nos podemos atragantar”; vamos cogiendo altura, después de subir algún “repechillo” y en los puntos hormigonados, doy el aviso, “la fiesta ha comenzado”. Primero,  la curva de “San Pedro”, con un desnivel de  más del  veinte por ciento y el amigo Luci: - ¿queda mucho?- preguntando; sufrimos, disfrutamos, bufamos y “de más de uno nos acordamos”; no hay dolor, “fuerza y vigor”, mientras continuamos la exagerada escalada; Alberto “de fuerza sobrado” lidera la expedición y amansa al terrible repechón, El Relatero se para a retratar lo contado, pero no tiene nada que ver, “hay que estar”. Salvamos otros tramos fuertemente escarpados y en el último giro, una señal de 400 metros para coronar, nos recuerda que lo mejor está por llegar; nos retorcemos, hacemos eses, otros, prefieren la línea recta, fotografías por aquí, fotografías por allá, más suspiros y pedimos clemencia antes de conquistar la serrana fortaleza. Todos nos “graduamos” y alcanzamos la izada gloria, vítores y algarabía desde la torre vigía, inmortalizamos el gratificante momento, mientras nos hidratamos y con ganas nos alimentamos; escuchamos comentarios varios, por parte de “los iniciados”, no me “esperaba menos”, nos comenta Martín “El Fiero”. También intercambiamos opiniones y múltiples batallas con el senderista polivalente y aventurero, que resulta ser conocido de Ángel y Nico “Charcos”.





    

































































Después de la grandiosa hazaña y divertidos momentos vivenciados, reemprendemos la marcha, hacemos la desnivelada bajada, apreciando y saboreando los rincones que hemos trepado, aunque algunos compañeros se ponen el traje de “kamikaze” y descienden rompiendo el sonido y cortando el aire. Desde aquí, el mismo camino, pero cabalgando con más ganas y brío; Luci “Froome” y Alberto “El Ceramista”, se exhiben a base de  fuerza y pundonor  desde primera línea hasta que cogemos la monótona vía; nos agrupamos, esperamos, mientras divisamos el majestuoso vuelo del buitre leonado;  también hacemos una parada exprés para coger  agua en la abandonada estación; continuamos rodando y con prisa los kilómetros “cayendo”, más de lo mismo y “poca emoción” ; nos damos relevos,  pero los de Martín "El Fiero" dan miedo, todos entramos, pero tenemos que quitar alguna marcha para acomodarnos. Saludamos a otros burriclistas y senderistas, ¡¡¡TULÉ, TULÉ, TULÉ AINNNSSSSS!!!! Pero antes,  la peculiar  melodía de Gabriel "Lamparillas"  para avisarles y ponerles en fila sobre  la acera de la pista; sin novedad, deambulamos y nos “escurrimos” con el continuo llaneo, dejando Calera atrás, rodando bien agrupados, aunque no vamos nada mal, “hay ganas de más”, pero todavía, tenemos que tirar del ramal. Desde la vía pecuaria, algún compañero revoltoso, se empeña “en azuzar el avispero” – aunque hay que mirar atrás- hay amagos de escapada y apretones “de peseta” hasta más allá de la laguna gamona, hasta que se calman las revueltas aguas, entre risas y guasas no hay ganas de disputar la etapa. “Somos estados de ánimo….somos lo que hacemos”. Muchas Gracias compañeros por la jornada.





















En definitiva, ruta lineal de ida y vuelta de 86 kms, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Carril de la Raya de Chozas, Camino de Navalcán a Calera;  Vía Verde de la Jara, Camino de Aldeanueva a La Estrella, Subida al Cerro (Sierra Ancha)-ida y vuelta- .


Pd: Martín, gracias por tu aportación fotográfica (3)


Buen día….SALUD.


“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 


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