lunes, 14 de diciembre de 2020

Ruta: Circular Sotillo de las Palomas

Domingo, trece de diciembre, en el punto pactado, tres caballeros veleños acudimos al ritual semanal; con las burricletas bien dispuestas y prestas,  nos disponemos y enfocamos para la nueva contienda. Agradable temperatura, espesa niebla sobre la villa veleña y Francis “El Paciente”, preguntando “¿a cuánto está Cervera?”. Dicha pregunta, suena un poco extraña, porque de sobra conocemos la aldea y sabemos llegar por varios caminos; como todavía estoy “dormido”, me pregunto, ¿habrá otra Cervera -de los Valles, de la Jara, de la Vera-? Después de las aclaraciones pertinentes, nos vamos a dar “un voltio” hacia Sotillo, correspondencia con línea, Cervera de Los Montes (“la de siempre”),  a ver la nave de forja,  con su atractivo eslogan;  “forjadores de sueños” (Recientemente,  emitido en el programa de TV volando voy, dirigido por Jesús Calleja).

Comenzamos la jornada y desde primera hora de la mañana, envueltos en un compacto paisaje gris, recargado y saturado entre la inmensa niebla; parece que cabalgamos “dentro de un túnel del tiempo”; “cuando salgamos de aquí, ya habrán pasado las navidades” -pensamos-, tenemos la impresión, como si fuéramos a retroceder en la historia, vamos a ver en qué época nos encontramos al cruzar el puente. Por las villas vecinas, ni rastro de vida, más adelante, nos acoplamos en una montaña rusa de amenas subidas, recopilamos fotogramas fantasmagóricos entre el irreconocible encinar, mientras coloreamos pequeños detalles que nos vamos encontrando a nuestro paso. Según vamos dibujando el camino,  aparecemos y desaparecemos entre la compacta bruma, la intermitente  humedad del ambiente, anclada a ras de tierra,  también  nos salpica y de vez en cuando, entre la estampa cerrera,  asoman con timidez algunos rayos de sol.  Con soltura, salvamos la colección de repechos que salen a nuestro encuentro, cabalgamos “animados”, disfrutando de la apacible jornada, “sin prisa pero sin pausa”,  nos recreamos con las generosas vistas que vamos recortando. Un amable pasadizo de enebros, izando sus armas  nos hace el paseíllo; a nuestro alrededor, asoman amplias praderas que nos invitan a virar sobre la marcha y un surtido de gratificantes olores de temporada  que nos transportan hacia el más allá;  deambulamos por el bosque del generoso paisaje,  que sonríe ante nuestra presencia…..




                                         

                                       












Sobre la marcha, también paramos a repostar, Cervera,  era el punto marcado, enfrente de la nave popular, “forjadores de sueños”, lema que nos pega y que “hacemos nuestro” para la escuadra veleña. Nos echamos unas risas, durante el reportaje fotográfico y “buscando un espacio” para “aparcar”, “no habrá pueblo,  no, tira pallá….” Roberto “El Bueno” se suelta con su “áspero y sutil sentido del humor”. Después de unos minutos de asueto, continuamos en la brecha, seguimos comulgando con el privilegiado entorno, nos escurrimos “por los contrabandistas”, dentro de nuestro hábitat natural, “poco a poco cerrando otro corral”: “La naturaleza es el único libro que en todas las hojas ofrece gran cantidad de contenido”. Con cuidado y esmero vamos recogiendo los encantados  caminos, plegando las entretenidas trochas que envolvemos en papel de regalo,  también, dejamos descansar  a las villas cerreras, espantamos los dragones alados que salen a nuestro paso;  mientras guardamos en las mochilas, los gratificantes suspiros del aire limpio que nos van atrapando.  Decidimos llevar a su casa al guerrero gamón, -para que no se pierda,  ni se escape- , Gamonal,  parada obligada en la próxima estación; antes de “encallar”, sobrevolamos “con alegría, entre cánticos y vítores”, los territorios de las piedras caballeras, sentimos la penetrante  mirada de la izada Atalaya, mientras nos lucimos por estos místicos lares, vamos echando el telón a la divertida función. Considero que lo importante es disfrutar del “viaje” y con todo lo que vamos encontrando en la travesía, cuando estamos en marcha, es mucho más que “ simplemente ir”: “Donde hay voluntad, hay camino”. Hasta la próxima.

 

En definitiva, ruta circular de 54 kms, los principales caminos transitados han sido: Camino de Velada-Mejorada-Segurilla, Camino del Hituero, Antiguo Camino de Segurilla-Sotillo de Las Palomas-Cervera de los Montes-Segurilla, Senda de los Contrabandistas (Leñadores), Camino  Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.

 

PD: Roberto, muchas gracias por tu aportación fotográfica (2).

 

Buen día………..SALUD.   

 

“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.

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