Domingo
(29-5-2022), seis caballeros veleños nos presentamos en el habitual punto de
encuentro, con las burricletas prestas y bien dispuestas, preparados para otra
contienda; cada cual “con su cruz”, perfilando su plan específico “de entrenamiento”. Previo
acuerdo, quedamos con el “comando talaverano”, para acompañarles “hacia su
objetivo” por el territorio parrillano; el trío de veleños –tenemos plan B, por
si acaso- , “ya veremos qué hacemos”.
Partimos
con ritmo tranquilo, -para que nos alcancen la grupeta de Talavera-,
atravesamos los apaciguados parajes de encinas y bien asentados; cruzamos
arroyos y ríos “sin novedad”, con la vista puesta en la retaguardia, para ver
la inminente llegada. Antes de entrar en la villa parrillana, aumenta “la
armada”; la poderosa escuadra, con Ilde “a la cabeza”, Cristóbal, Diego y
Medina, escoltando y guiando la expedición
hacia “Las Cuevas del Águila”.
Nos
ponemos “el mono de faena” para coronar “La Cuerda”; algunos con “el cuchillo
entre los dientes”, se lucen por las asilvestradas pendientes; callejones bien
decorados e impregnados de jaras y otras plantas aromáticas. Con los
espectaculares fotogramas de Gredos al fondo, la gran vacada en medio del
camino, nos columpiamos por los continuos subes y bajas, con los que nos
agasaja la impresionante sierra del águila. En este punto, nos despedimos de la
aguerrida escuadra; nosotros, este reto lo dejamos para otra jornada.
Emprendemos
“el retorno”, recogiendo y tensando “la cuerda”, con alguna “avería” sin
sobresaltos, disfrutando de las genuinas vistas y amables paisajes que nos
brinda el callejón de profusos jarales. Nos adueñamos de la grandiosa y serena
dehesa, antiguas fincas veleñas y pasos escondidos por la hojarasca y espesos pastizales. De paso,
arribamos en Montesclaros, para reponer fuerzas; curso avanzado de
“orientación”, para descifrar las
perdidas trochas, inundadas por altos hierbajos y rastros de los esquivos
jabatos, en mitad del bosque privilegiado, por lo que, tenemos que extremar la precaución e ir bien
atentos.
Volamos
por estos lares, abriéndonos paso sobre
la manta del colorido forraje, por los caminos descarriados; atravesamos el riachuelo, lavado de pies,
para apaciguar “los picores” y a palazos para despejar el camino entre las espesas zarzas. Mis
fieles escuderos, Gabriel Machaque y Martín “El Fiero”, me llevan bien
acomodado y resguardado y me acercan al
“pie de puerto”, para alargar y maquillar la etapa y rematar la fabulosa jornada.
Destacar
de la ruta dominguera, el volver a coincidir con los compañeros talaveranos,
así como los parajes y vistas de “La cuerda”, los grandiosos caminos y postales
del “Bosque”, siempre acogedor y vestidos con sus mejores galas, rincón de
cuento y cargado de encanto, a pesar de que con
la llegada del verano ya va cambiando el decorado. “No importa lo lento
que vayas, siempre y cuando no te detengas.” “El verdadero guerrero no es
inmune al miedo, lucha a pesar de él.”
En definitiva, ruta circular de 80 kms. Los principales caminos transitados han sido; Camino de Velada-Arenas-Navalcán-Parrilas, Camino Antiguo de Arenas, Camino de La Cuerda, Camino del Boquerón-Aldea Arango-Montesclaros. Camino de Los Caleros –Talavera-Velada, Camino del Torilejo, Camino de los Huertos, Camino del Bonal-Mejorada-Gamonal-Velada.
Buen
día……………SALUD.
“…..mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario