Domingo (15-01-2023), tres caballeros
veleños nos presentamos al habitual punto de encuentro y antes de salir del
término municipal, previa llamada, se suma Jesús “El Serrano”. Con las burricletas
prestas , bien dispuestas y con luces antinieblas para afrontar la borrosa
contienda. Temperaturas “suaves” nos reciben y proponemos una jornada
combinada, con caminos anchos y abiertos
que nos hagan visibles a “otros usuarios”.
Comenzamos la etapa “a tientas”, una extensa manta de espesa niebla nos
reta, trata de despertar la pereza
y ahuyentarnos a nuestras moradas.
Paisajes fantasmagóricos vamos encontrando a lo largo de nuestra andanza, los terralgos “del Baldío” anegados de agua –
ni rastro del camino, a la altura del arroyo del Guijo- nos hacen cruzar por una alberca de “arenas
movedizas y barro.” Vemos estampas alteradas por “la tupida neblina”; cepas disfrazadas de marranos, enormes
encinas imitando a gigantes alados y pasos conocidos que nos conducen
hacia el infinito, cabalgando en diferido.
Por estos lares, “deseosos”, afrontamos la “interminable subida”, arropada
con una tupida y zurcida cortina;
imaginamos, la escalada de puertos
míticos de las épicas batallas; una manta de agua fina, se sacude a nuestro
paso y nos “bendice hacia lo más alto”. Como “jabatos” nos desenvolvemos por
las primeras alturas del año –todavía estamos configurados en modo llano-; el
avivado arroyuelo, a presión con su
fragor, se escurre por la acera y los vistosos
focos del musgo, nos marcan el
paso y orientan hacia las vecinas villas cerreras.
A nuestro paso, otra escalada que parece
“nos cala” con “la niebla meona” –al coronar, no hace falta ponernos los
chubasqueros-; atravesamos otras localidades, algunos caminos embarrados,
mientras zigzagueamos entre el arsenal de charcos. Como por arte de magia, se
aclaran las vistas y aparecen los rezagados paisajes. Un picnic en versión
rápido en los márgenes de “La Portiña” y nos colamos en “el senado” de la avenida del canal; un circuito llano, para
cabalgar más distendidos y de paso, “arreglar” algunos asuntos pendientes, que
atañe a los imponderables en las elevadas
esferas “extraterrenales.”
Destacar de la ruta, el encanto que
tiene “cabalgar y escalar” por un decorado tupido de niebla (señalizados con las luces adecuadas)
que nos ha acompañado en la primera parte de la mañana. A pesar de la niebla
meona, el día “poco apetecible” – o no- , esta jornada, evoca a las clásicas épicas invernales, que
“antaño” teníamos, una semana sí y otra
también. Una vez más, destacar la cantidad de agua que avistamos por la
vertiente contraria a las rutas de las
semanas pasadas; praderas inundadas, arroyos corrientes colmados y el
profundo color verde que resalta por los paisajes recorridos. Elementos, todos
ellos que dan brillo y hacen más agradables las jornadas domingueras.
En definitiva, ruta circular de 52 kms.
Los principales caminos transitados han sido; Camino de Los Perales, Camino de
Mejorada, Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de los Huertos, Subida de “La
Asfaltá”- Mejorada-Segurilla-Cervera de Los Montes-Pepino-La Portiña-Canal bajo
del Alberche, Alto de Las Zuecas, Polígono Torrehierro-Gamonal- Velada.
Buen día…….SALUD.
“…..mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”.
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