Viernes (6-01-2023) -bajo mínimos- dos caballeros veleños nos presentamos al habitual
punto de encuentro, con las burricletas prestas y bien dispuestas para afrontar
el inicio de la “temporada” burriclista. Primera etapa del año con el termómetro bajo cero, tampoco era “muy
normal” las temperaturas de los días anteriores y en pleno mes de enero. En el
día de “reyes” nos encontramos con “una tarjeta regalo”, de setenta y cinco kms
para “gastar” en el día y los convocados,
tan felices con el obsequio de la mágica madrugada.
Comenzamos la jornada, comentando la mañana
fría que ha amanecido, atravesando un paisaje blanquecino, que nos ha dejado la
noche pasada; temperaturas muy bajas por el itinerario propuesto, con otros
intrépidos burriclistas y carreristas bien ataviados, desafiando a los elementos. Roberto “El Bueno”
fiel compañero de fatigas, me va “retratando” los “grados” que le marca su
salpicadero, aunque no hace falta, por las señales que nos manda el cuerpo.
La primera parte de la etapa, es
prácticamente llana, bastante cómoda y muy llevadera, si no fuera por el
detalle y la amenaza del termómetro; cunden los kilómetros, aunque no demoramos
y “cabalgamos alegres”, tenemos la
sensación que se nos está haciendo largo este sector del canal y agradecemos
los tramos donde se deja notar el sol. Después de atravesar el tramo más gélido
y soportar el chaparrón del congelador, nos asomamos a ver el tupido embalse y
para ver la luz, paramos “a echar un
café” en la cantina de Serranillos.
El escenario del segundo actor, es “otro cantar”; aparecen los primeros repechos,
se suaviza la temperatura, ¡¡¡qué alivio!! Entramos en calor casi sin querer y
cuando nos adentramos en el pasadizo de los enebros, es un no querer regresar; siempre
impresiona su habitual atuendo, elegantemente ataviado para la ocasión y para avivar
los sentidos de los visitantes elegidos; nos hace perder la noción del tiempo,
nos recreamos con sus amables estampas, al compás que marcan las melodías del vibrante arroyuelo. "Sólo por venir a este lugar merece la pena esta ruta", comenta el escudero Roberto. Por supuesto,
escalamos con dignidad la complacida y tendida subida, a la vez que olvidamos
el frescor mañanero.
A nuestro paso, disfrutamos de los regalos
que nos brinda el generoso paisaje; pilones y arroyos rebosantes de aguas
corrientes y cristalinas, la vistosa
alegría que nos muestran los caminos, la variopinta arboleda y las reposadas
praderas, repletas e inundadas de agua. También nos “embarramos” pero no
demasiado (no es bueno hartarse) y esquivamos los pasos más conflictivos “por
si acaso”. Brindamos por estos privilegiados lares -tantas veces recorridos-,
oteando la dadivosa panorámica y reconociendo su nobleza sin dejar de dar
pedales.
Destacar de la ruta, la cantidad de
aguan acumulada en todas partes del recorrido, tanto en parcelas, praderas, los
principales arroyos van colmados, por ejemplo, El Marrupejo. Esto hace más vistosos
los paisajes, tiñe y resaltan más los colores en esta época del año (otoño-invierno), a la vez que, que
provoca sensaciones muy agradables a los que salimos a disfrutar del campo. “Si
hay magia en este planeta, está contenida en el agua.” “Los que dicen que es
imposible….que no molesten a los que lo están haciendo.”
En definitiva, ruta circular de 77 kms.
Los principales caminos transitados han sido; Camino de Velada-Gamonal, Polígono
Torrehierro-El Casar, Canal Bajo del Alberche, Serranillos Playa-Reguerones-
Camino de San Román de los Montes- Marrupe-Cervera de los Montes-Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.
Pd: Roberto, muchas gracias por tu aportación
fotográfica (4).
Buen día………..SALUD.
“…..mil caminos por andar y mucho tiempo
perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”.
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