Domingo
(13-08-2023), cinco caballeros veleños
nos presentamos en el habitual punto de carga-descarga (Plaza del Rollo) para
afrontar la enésima etapa montañera. La excusa es la misma de las semanas
anteriores, evitar las altas temperaturas que nos acompañan por los llanos y
disfrutar de las alturas. Con las burricletas prestas y bien dispuestas, partimos hacia la villa vecina y hermanada de Arenas de San
Pedro. ¿La ruta? La hilvanamos sobre la marcha, antes de montar el campamento base.
Comenzamos
la etapa por el camino de las piscinas y llamativas parcelas que encontramos; 18º no está mal para iniciar; entre la
profusa arboleda, los acordes del
riachuelo y la oscuridad que proyecta el camino sombreado, nos guían por
continuos subes-bajas, repechos repentinos y
angostas sendas disfrutonas entre árboles frutales –en dirección
ascendente- para coger temperatura y antes de afrontar las subidas más largas
del día.
Desde El Hornillo, nos colamos en el conocido puerto, sin prisa pero sin pausa , “en modo eco” -como todos- para ahorrar y no gastar "las baterías". Amenas conversaciones, risas y bromas en el pelotón, mientras nos enfrentamos a la parte más exigente de la escalada. Inmortalizamos agradables momentos y vistas, sin olvidar la retaguardia y ¡¡¡sin apretar!!! Se hace llevadera esta ascensión, mientras el frondoso pinar es testigo de nuestra presencia, nos hace la ola y el pasillo antes de llegar al punto recreativo. Desde aquí, un ligero descenso, antes de adentrarnos en otra serpenteante escalada.
La consigna del día está clara, subir, subir y subir; en esto, que echando cuentas, llevamos casi dos horas ¡¡¡a la sombra!!! Todo un lujo, los cuerpos también lo agradecen en pleno esfuerzo; tramos más técnicos y pasos agrietados nos ponen a prueba pero no nos amilanan antes de arribar en la cima del conocido collado. Unos minutos para coger aire y recrearnos con las espectaculares vistas del cordal. El amigo Gabriel “Schweeping” todavía no se explica que “sólo llevemos diecinueve kms” y Gabriel “Machaque” se aparrana y comenta que “de aquí no se quiere marchar”. Con precaución asumimos la irregular bajada, quitando remiendos de la pista, rellenando las botijas y por el cortafuego “ahí van los jabatos con sus crías” y colándonos en pasos más generosos antes de afrontar la bajada del campamento -me da, que el próximo día subimos por aquí- para aterrizar en el Arenal -en fiestas-. Reponemos fuerzas y nos hidratamos con ganas, que todavía nos quedan “dos magras” y a partir de ahora, expuestos al sol.
Abandonamos la localidad y continuamos ascendiendo – sobre la marcha, saludamos a Pepe Keway y “Olvi”, que tampoco perdonan estos parajes- hasta que entramos en la recogida y solícita pista forestal, antes de asomarnos a panorámicas bien acomodadas a media ladera, con afortunados paisajes que se expanden ante nuestra presencia. Callejoneamos por estos lujosos lares, recogiendo pequeños detalles, continuos subes y bajas antes de postrarnos ante el mirador y hacer un resumen del mapa que nos rodea y de las distintas escapatorias que presenta. Ya en la conocida “plaza”, preparamos la estrategia para el último asalto; Alberto “El Maestro Ceramista” lo tiene claro -y quiere otra de propina-, Luci “Fromme”, también “está en vena” y se exprime en el mítico puerto; Gabriel “Machaque”, pese al catarro y la medicación, salva con dignidad la empinada situación y Gabriel “Schweeping” por su entrega y tesón se lleva el premio al más combativo . Como titanes bregamos y salvamos los exigentes desniveles y también, respiramos aliviados cuando coronamos. Desde aquí, todo de bajada, por lo que, disfrutamos el cómodo descenso, encerrados en la profusa arboleda; adrenalina, aire fresco y reconfortantes aromas que desprende el ceñido pinar para clausurar la digna jornada. Para rematar la faena, refrescos, zumo de cebada helada y exquisitos aperitivos para brindar y resumir la jornada -y preparar otras-.
Destacar de la jornada montañera, además de las cuatro impresionantes subidas, las espectaculares vistas que nos brinda la cara sur de Gredos, así como las panorámicas del Barranco, puertos y picos conocidos que hemos podido disfrutar desde la media ladera, dirección a la Penca baja. “Elige tus batallas sabiamente, no todas las cosas merecen tu tiempo y energía”.
En conclusión, ruta circular de 62 kms (1600 m. D+). Los principales caminos transitados han sido; Camino de las Piscinas-El Tejar- El Hornillo- La Francisca- Camino del Mirador- Pista forestal de las Tormeras- Los Torneros-Campamento- La Cabrilla- El Arenal, Camino el Arenal-Ruta del Confesor- Mirador de la Penca Baja, Las Lanchas, Camino de la Morañega -ruta del Confesor- La Centenera- El Arenal-El Hornillo-Arenas de San Pedro.
Buen
día……..SALUD.
“…mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido, sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”
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