lunes, 11 de septiembre de 2023

Ruta: Subida al "Alto del Nogal" (Candeleda).

 

Domingo (10-09-2023), seis caballeros veleños nos presentamos al habitual punto de encuentro. Con las burricletas prestas y bien dispuestas, todo en orden  para afrontar  la etapa combinada, con traca que incluye “puerto de montaña”. Hoy , además de la kilometrada,  previa reserva y en familia, nos quedamos a comer-merendar  en Navalcán, “por eso de reponer fuerzas”.

Comenzamos la jornada, animados, con muchas  ganas, sabemos que “la etapa promete”; clásica con pedigrí, especial, con muchos ingredientes, ¿podremos cruzar el Tiétar?¿Cómo quedaremos después de la larga subida? Agradable mañana, se respira  el frescor de la dehesa, que  nos “lleva en volandas”; amenas conversaciones por estos lares, cuando salen a recibirnos un buen rebaño de ciervos y algunos jabatos espantados,  correteando en todas las direcciones por el plácido encinar.

Sin novedad, cruzamos la localidad navalqueña, al fondo la Sierra de Gredos, se presenta cubierta de nubarrones, pero luce con “personalidad propia”. Por la rápida bajada –que tendremos que subir a la vuelta- aterrizamos en el empedrado río, tantas veces sorteado; unos, descalzos, otros,  cruzan sin pensarlo, antes de adentrarnos en “el jaral encantado”; las embriagadoras fragancias de las jaras y el monte silvestre, bien perfumado, nos conducen por el acomodado rincón. Aunque seguimos “el track”, enseguida nos damos cuenta de que este no es “el camino original”, hasta que le volvemos a retomar –la vuelta, será por aquí- para arribar en la villa de Candeleda, muy colorida y “presumiendo” de sus fiestas. Sin demorar, “picamos algo” y fotografías en “el buzón del amor”, para inmortalizar la parada,  antes de afrontar la conocida subida.

Desde este punto, nos configuramos en “modo escalada” y  recordamos todas las consignas; “sin apretar”, “sin pasar de 11…ni cebarse,  que hay que volver”. Pues lo dicho, hasta el depósito, los repecho y desniveles,  son considerables…”y cada cual, como pueda”. Sobre la marcha, esperamos, nos reagrupamos y disfrutamos de la privilegiada ascensión; “auténtica poesía,  planeando a nuestro alrededor”, versos de calidad que encontramos en plena escalada, “algunos, dolorosos, otros más tiernos”; muchas páginas engalanadas  de robles y el tupido pinar,  garabateado con delicados y furtivos renglones, dedicados a la vida y al fluir del tiempo.  Repletos pilones y agua fresca sobre la marcha e impresionantes estampas que recopilamos en nuestro poemario;  también, tenemos páginas que nos hablan de  las afortunadas alturas y de las bondades de  la fresca mañana, armonía y sosiego apiladas en letra pequeña, que tampoco se quieren  perder la fiesta de la entretenida lectura;  una vez  salimos  “al calvero”, nos permitimos “el lujo de apretar y leer más deprisa” en “el penúltimo escalón”,  que rima con …..; nos recibe la ajetreada pero tranquila majada y la reformada “estación del nogal”. Unos minutos para disfrutar del momento estrella, recrearnos con las genuinas vistas,  impregnadas de poesía, examinar el reforzado paisaje y refrescarnos en la generosa fuente del altonazo, antes de emprender el camino de vuelta.

En el efímero descenso, al trío adelantado, “ni los vemos”; otros, previo pacto, optamos por el deleite y más  “pendientes del por si acaso”, bajamos “saboreando” las mejores estampas por la profusa arboleda, recogiendo la avenida y que todos llegamos ; en la plaza del pueblo, paramos unos minutos para hidratarnos y recuperar fuerzas (arriba, “hacía frío”). El camino de vuelta, se hace rápido y ameno, en esta ocasión, por el tradicional recorrido; recordando y sumando más anécdotas; alguna liebre –sin consecuencias-  que echamos a la mochila, perros caseros que salen arrastrando vallas, trompicones y remojones en el arroyo empedrado…y un “espidicien milagroso” para curar los males de la etapa…. antes de “clausurar la etapa”  y  llegar al restaurante,  “un calentón”,  por los repechos navalqueños. Aquí, nos aguardan nuestras familias; “lavado rápido”, zumo de cebada fresca  y la merecida comida para recuperar y alargar la sobremesa."La vida es una aventura, no un viaje organizado".

En definitiva, ruta semicircular de 96 kms (1400 m. D+). Los principales caminos transitados han sido, Camino de Arenas-Parrillas-Navalcán-Camino de Valcasillo-Candeleda-Alto del Nogal. (ida y vuelta).

 

PD: Francis, Martín, muchas gracias por vuestra  aportación fotográfica (5).

PD: Las fotografías están en orden inverso a la realización de la ruta. 


























Buen día……….SALUD.

 

“……mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio……….”

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