Domingo
(24-09-2023), cinco caballeros veleños nos presentamos en el habitual punto de
encuentro; con las burricletas prestas y bien dispuestas, previo consenso, pactamos para
afrontar otra etapa de las clásicas del calendario burriclista; la
exigente subida a las antenas del Piélago.
Primera
ruta otoñal, agradable temperatura al comenzar, y que irán subiendo –como
nosotros- según vayan pasando las horas. Elegimos el camino más recto –por la
Gamonosa-, de paso, nos calentamos escalando
la quebrada subida. Después de las últimas lluvias, ya se nota la
explosión de colores que nos regala el recién entrado otoño. Alegres paisajes
encontramos a nuestro paso, que nos animan para desafiar y luchar en la larga etapa.
Pasos
cerreros, continuos subes y bajas, praderas “empapadas” por el aguazo de la
noche pasada y Martín “El Fiero” , desde la primera línea, liderando y lanzando
a la escuadra veleña. Al fondo, avistamos el objetivo propuesto, fotografías
para inmortalizar la jornada, cuando la cámara del Relatero, amenaza “con
gripar”; amenas conversaciones y armonía reposada por el angosto carreterín hormigonado, según
vamos sumando más metros - nos acercamos
al “caviar”- y recreándonos por el agradable jaral; cuando el amigo Luci
“Fromme” da la voz de alarma, ¡¡¡avería!!! Sin saber cómo, la patilla del
cambio ha partido, -en el duro repecho- antes de arribar en la Hinojosa.
Barajamos
varias alternativas, al final, “reparamos el entuerto”; cortamos por aquí,
quitamos piezas y “dejamos fija la cadena”. Nos quedamos de “piedra” , cuando nuestro amigo nos comenta que “va a subir al paraje lunar”. De sobra, conocemos la rigurosa y empinada ascensión
para “un sólo piñón”. Pues lo dicho, nos ponemos al tran-tran, cada cual a su
ritmo, apuntamos “repechones” y desde el segundo depósito, afrontamos los
desniveles del 20%. Castaños, robles y pinos nos acompañan por el tupido
camino, aire fresco y reconfortante que nos empuja a la cima, avistamos las alturas
amuralladas, ritmo continuo, contenido y cómodo para evitar “disgustos”,
mientras bregamos con los durísimos tramos hormigonados, “acamados” entre los
sombrajos arbolados. Sorpresa antes de coronar, nos han cementado, gran parte
de la subida, se hace más llevadera; al
final, nos ponen una alfombra roja en la espectacular estampa montañera. Vamos
coronando de uno en uno, ¡¡¡genial todo el grupo!!! El último tramo –más
generoso- , lo hacemos como por “el pasillo de casa”; algunos charcos y el
agradable frescor “nos lleva en volandas” y por el tupido robledal, con vistas
de lujo, nos hacemos con los últimos metros de la escalada. Buen rollo y ánimos
en la cima; disfrutamos de las genuinas panorámicas, fotogramas serranos,
jugamos a reconocer pueblos y avistamos “las torres madrileñas” más al fondo.
Fotografías para “sellar”, mientras, aprovechamos todos los segundos que
permanecemos en la prestigiosa altura; pero
en esta ocasión, “la merienda” la
hacemos en la localidad de Navamorcuende, para evitar el frescor que se cuela
“entre los hierros”.
Fugaz
descenso, por el espectacular puerto arbolado, disfrutando, estirando
y sumando minutos de calidad en la digna etapa. Buscamos “posada” en
dicha localidad, para reponer fuerzas e hidratarnos; además de los bocatas,
fruta fresca y dulces que llevamos,
añadimos pinchos de tortilla y refrescos para “recuperar”. Después del merecido descanso y minutos de
relax, reemprendemos la marcha; buen ritmo por el entretenido y agrietado camino antes de llegar a Sotillo. Desde
aquí, “por el Marrupejo”, por el paisaje más irregular y hacer “más cómodo” el
paseo de “la burricleta herida”. ¿Qué os voy a contar de este paso? No hace
falta ir a la feria, “montamos en todos los cacharros que nos ofrece el
abigarrado encinar”; subidas discontinuas,
de todos los colores, mientras mis compañeros, responden con nota por la
vía más “complicada”. Además, -previa consulta- se atreven y quieren rematar
haciendo “La Gineta” por Gamonal. Dicho y hecho, impera el buen ritmo –el gran
reto se avecina-, después del “hartón de la épica etapa”.
Destacar
de la jornada, además del afortunado paisaje y rincones cargados de magia que
siempre nos ofrece el Piélago. Averías varias, Martín “El Fiero”, dos radios
rotos, termina sobrado y la sobresaliente etapa que se ha marcado el amigo Luci. Más de
60 kms con la cadena fija –sin poder cambiar- a esto hay que añadir, toda la
subida –desde la Hinojosa- hasta las antenas, con desniveles descomunales,
¡¡¡¡qué os voy a contar a los que nos prodigamos por estos lares!!!!Matrícula
de honor para el aguerrido caballero. “La manera más efectiva de hacerlo, es
haciéndolo”. “La medida de lo que somos es lo que hacemos con lo que tenemos”.
En
definitiva, ruta circular de 92 kms (1800 m. D+). Los principales caminos
transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de
Velada-Mejorada-Segurilla-Camino del Hituero-Antiguo camino de Sotillo-Senda de
Cervera-Camino del Lomo-Los Dornajos-Camino de
Marrupe-Hinojosa-Navamorcuende-Subida Antenas-Puerto del Piélago-Navamorcuende-Sotillo-Antiguo
Camino de Segurilla-Camino del Hituero-Mejorada-Gamonal-Velada.
Pd:
Martín, Francis, muchas gracias por vuestra aportación fotográfica (4).
Buen
día……….SALUD.
“….mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio…”
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