miércoles, 17 de julio de 2013

Ruta: Los molinos del Tiétar

  Domingo catorce de julio, doce caballeros veleños  congregados en el  habitual lugar de encuentro (Los colegios). Bien armados y prestos, con las “burricletas” dispuestas, preparamos una nueva gesta. “¿Dónde ponemos el chozo en el día de hoy?”  nos preguntamos, sin verlo nada claro, tampoco  concretamos. “Nos vamos a los motores de Navalcán”,  comenta Gabriel “Lamparillas” a la indecisa cuadrilla. “El Gran Maestre” llega con “algo” de  retraso, con los “planos en la mano” y su propuesta  “queda en aguas de borrajas”.

     Comenzamos la jornada, cruzamos la  “aldea veleña”  por la  tranquila  plaza y las vacías callejuelas que nos llevan a las “afueras”. Bien agrupados y en armonía “arropados”, por caminos conocidos  hacia la extensa dehesa nos enfilamos. Alegres “chácharas” en modo distendido, todos los palos “tocamos”, por el llano “vamos rajando”.  Mientras, “alrededor” oteamos; reses vacunas “invadiendo” los abundantes   pastos, la sentida calma del encinar en el púlpito del lugar, una pareja de ciervos, con “sutil elegancia” saltando las alambradas “como si ná”,  entre “roderas tapadas  por  el pastizal”, la osada mesnada “cabalga” sin novedad. Vadeamos el “reseco torrente”, un banco de espesa  arena nos “apea de las “espantadas” burricletas”. Marchamos por pasos ganaderos,  por los “hierbajos”  estrechados  y  un valle de encinas hacia territorio navalqueño nos guían. Circunvalamos la nombrada villa, entre huertas bien atendidas y granjas variadas, para buscar el pactado destino. De frente,  la vistosa “postal” de Gredos, detrás de  la “calima” escondida, “cogemos algunos repechillos”  -“ ya da igual, en todas partes hay cuestas”, Domingo “El Maca” se queja,  y nos “perdemos” por una “tediosa y rápida  bajada” para “encallar” en las “apacibles  aguas”  buscadas.
Repostamos a la sombra del “animado riachuelo”, contemplamos el “divagar del cauce” una vez más. “¿Qué pensará cada cual?, ¿qué pasará por las cabezas de los reunidos?”  Como sabiamente  dijo Heráclito, “nunca puedes bañarte dos veces en el mismo río……”. En el inédito paraje inmortalizamos breves momentos  y “engañamos a la andorga” con buenos alimentos. “El Gran Maestre” se “encarama en el rústico altar”, parece “predicar” o “pidiendo” protección para “escalar”.

"Cruce Villabuena-Trujillano"
Camino de Navalcán


     






"Intentando seguir el camino...."
"Cruzando el Río Guadyerbas"






" Por caminos tranquilos...."



Camino de Talavera a Navalcán











" Granja navalqueña"
Domingo "El Maca" en cabeza










"Camino rural de Navalcán"
"Directos hacia el río...."










"Ale, ahora parriba...."
"Reponiendo a la orilla del Río Tiétar"











     Reemprendemos la marcha, “después del “ligero ágape”, nos sirven  “el exquisito postre”, una subida tendida  nada más comenzar y la “digestión” acompañar. Para unos,  una “maravilla” para otros, una “pesadilla”, algunas “burricletas” se encabritan, a otras les “rechinan” hasta los dientes, pero todos “parriba” como valientes. En fila de a uno, vamos “coronando la cima”, algunos  resoplando de lo lindo, otros,  en sudor  empapados y todos “bien atizados” por el “repentino repecho”. Esperamos para reagruparnos y a lo lejos llega el “Gran Maestre”, escoltado por Ángel “El Guerrero” y Pedro “Hierros”, “lo he conseguido solo,  sin ayuda del tractor” comenta el distinguido profesor. Nos adentramos por caminos tranquilos, una intensa polvareda vamos dejando como rastro del “ligero cabalgar” y  un vasto y engalanado  olivar nos hace honores  a modo de  “paseíllo” para entrar (otra vez) en la localidad de Navalcán. Más de uno se ha quedado con ganas de “postre repetir”, a pesar del vocerío del “churrero veleño”, y “algún rezo para sus adentros”, otro “repechón”  nos espera  en la villa al salir. Entre callejas estrechas, valladas de  piedras y huertas bien regadas, otro momento para “subir y sufrir” (“¿o no?”), al paso vamos dejando  encajonadas encinas y algo de la agradecida “umbría”. Atrás dejamos “castillos conquistados” (“suspiros, resoplidos y más de un  quejío”). Por otras pistas más “solícitas” y amenas con el paisaje vamos tejiendo el mapa de la etapa. Bordeamos la aldea parrillana por “vías sagradas” para llegar a la “gran cañada”. De nuevo la dehesa nos abre el pórtico de  “ensueño”, entre la frondosidad de las encinas, callejones de  jaras y fornidos quejigos, todo aparece más bonito; hasta que “surge un inesperado  idilio burricletil”; en la hormigonada “pasarela”, entre “El Carpin” y Vitorino “Bravío” brota  un “tierno” romance de verano, en las arenas del  romántico puente.  Una vez sellado el “pacto pasional”, “con revuelco por el suelo”,  la comitiva sigue su camino por la noble  arboleda,  cuidando y “animando”  a los “romanceros quinceañeros”.  Continuamos por parajes cercanos,  sin novedad, con un “enlace consumado”, avistando  antiguas labranzas y una manada de ciervos sale a nuestro encuentro en la plácida serenidad del encinar; el “llevadero” calor y el planear de la  fatiga ya visitan a la atrevida escuadra por las inmediaciones de Velada y  antes de dar por finalizada otra entretenida  jornada.

"El Gran Maestre con escolta"
"Final de la subida"



     





"Rodando bien agrupados"
"...otra vez parriba..."










"...buscando los sombrajos..."
"El Carpin con poderío...."










"También tenemos espectadores"
"...entre cabras y ...."










"Territorio parrillano"
Cañada Real Leonesa Occidental

"Adentrándonos en la profunda dehesa"
"Recruzando el Río Guadyerbas"



















"Dejando atrás paraje adhesados"
"Por el seco arroyo..."











Camino de Parrillas a Velada
"Dejando atrás antiguas labranzas"









    
      En conclusión, ruta circular de 55 kilómetros, los principales caminos por los que hemos transitado, han sido, Arenas de San Pedro, Parrillas, Navalcán, Talavera a Navalcán, Camino de Valtravieso hasta el río Tiétar (“Motores de Navalcán”) . Camino Valcasillo, Camino de Navalcán a Parrillas, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de Parrillas a Mejorada, Velada. Hemos cruzado el río Guayerbas (ida y vuelta). Hemos cruzado la  localidad de Navalcán (ida y vuelta), también hemos estado por las inmediaciones de Parrillas.

   Pd: Josema, muchas gracias por tu excepcional aportación fotográfica.

   Pd1:http://cicloturistadevelada.blogspot.com.es/


      Buen día……………SALUD
       

“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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