Domingo
cuatro de agosto, (a ver cuando decimos ya eso, de que “refresca el rostro”)
diez caballeros veleños acudimos al concertado lugar de encuentro. Con nuestras “burricletas”
dispuestas, humor mañanero, tesón y bastante empeño, afrontamos otro reto. Reunidos
en asamblea, entre todos acordamos, por el camino de Talavera hacia
Montesclaros.
Iniciamos la etapa con paso firme hacia la cañada, “correctamente” agrupados y
con mucho brío, vamos a la búsqueda del inmenso
Baldío. “Cabalgamos” por el “reseco” y abundante arenal, cerretes avistamos a ambos lados y la gran
sierra, al fondo “dominando”. A nuestro paso, cuidadas viñas y huertas de agua
bien abastecidas, nos abren las puertas
de “alguna subida”, ¡¡¡todos parriba!!!! entre tomillos y chaparros poco
acicalados. Agrupamos la escuadra y hacia la jovial senda marchamos; en el afortunado rincón con “emoción
entramos”, entre matorral bajo,
“algunas piedras” y el habitual vallado de canto “labrado”, rezuma fantasía y
abundante encanto. Por estos “lares” andamos, cuando escuchamos la voz del
“Gran Maestre”, “se ha colado al otro lado”-comentamos “asombrados”. “Ten cuidado que hay ganado
bravo” (alguien dice bromeando) “más adelante nos encontramos”, “¿por dónde se
habrá metido el susodicho?” “hoy no es día para abrir nuevas vías”, mientras su
voz vamos escuchando en el otro “cercado”….. Todos reímos con la “aparición”
del maestro “despistado”. Seguimos la marcha, cruzamos “la cañada” hacia caminos quebrados,
que son el rastro del invierno pasado,
también el seco río vadeamos y en una vasta dehesa nos adentramos, “¿dónde
estarán los astados?” (en silencio nos
preguntamos)mientras, para todas partes miramos, “por sí acaso”; un remanso de
paz nos acompaña, también un tupido
misterio y la intensa calma de las ramas colgadas. Hasta que el “camino” se
“inclina” y la “cuadrilla” se estira, “¡¡¡vaya trago que tiene la
subidilla”!!!! ¡¡¡“como que íbamos a tener la mañana tranquila!!!” Sofocos y algún “bufío” por el “cerro de San
Pedro”, hasta que nos juntamos todos cuando coronamos al “apostol”. Diego “sin
miedo”, avisa y con cortesía nos invita a conocer otra vía;
Domingo “El Maca” y “El carpin” hacen “oídos sordos” y no quieren saber nada
del “enemigo desconocido” y “con disimulo” enfilan el camino en otras lides
recorrido. Entramos en el ingente cerro de jaras, con matorral y encinas mezcladas por las empinadas bajadas (“ algún día tendremos que
subir”) que a la agradecida umbría nos
guían, para llevarnos a la pista de los caleros y acercarnos a la aldea
montesa. Nos encontramos con los compañeros “descarriados” y
juntos repostamos, abrimos el zurrón y a “llenar la andorga con devoción”.
Diego, como “hijo adoptado” de la aldea, es más avispado y visita a la “abuela” para
que le enseñe la cocina y el jamón.
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"Ancha es Castilla...y el Baldío.." |
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"El pelotón, bien agrupado" |
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"Bajada de las colmenas" |
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"Senda de Talavera a Montesclaros" |
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"...y por sus estrechas veredas" |
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"...también cruzamos el río Guadyerbas" |
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"...nos perdemos por la tupida dehesa" |
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"...también tenemos cuestas..." |
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"...poco a poco vamos llegando..." |
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"Por la senda de las jaras..." |
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"...preparando la bajada..." |
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"...el líder la encabeza..." |
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"...Resguardados en la umbría.." |
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"Aparece Maestre J.María..." |
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"...al paso, los antiguos caleros..." |
Después del “papeo” y un buen rato de cachondeo en la plaza del
acogedor pueblo, emprendemos el regreso;
nos adentramos en el extenso encinar, “para mí, que hay un algo especial en este afable lugar”. Un trío bicigrino
(Martín, Diego y Gabriel) muy decidido cambian
de rumbo hacia la villa navalqueña, “vamos a ver la carrera”, nos comentan. Los
demás, continuamos la “marcheta”; a Eduardo “El carpin” en el empedrado arroyo
se le “encabrita” la burricleta; más adelante,
la “bestia” de Ángel, también pide ayuda y revisión de la “herradura”. Llegamos
a la antigua “Aldea de Arango” y desde aquí, “topabajo” por la
frondosa dehesa de tranquilidad cubierta y un silencio atronador, que al
osado pelotón le embelesa; longevos alcornoques del corcho
recién “pelados”, caminos por todos lados y la rebosante laguna que nos
“apacigua” con la quietud de sus aguas. Atrás, dejamos la vía marcada en los parajes adehesados, llegamos a la
carretera, aunque esta no sea nuestra
voluntad (por falta de “competencia” en
las administraciones responsables –las incidencias “querer” reparar- para el
camino “perdido” continuar)y en el
abrasador Baldío nos ha de dejar. Parafraseando al humilde pensador, "la demora de la justicia significa injusticia". Atravesamos
la árida estampa; una moqueta de pastizal, también melonares prestos para
cortar, abrevaderos y estanques para la sed del ganado calmar, bromas y comentarios
“guasones” que hacia el final de la jornada
nos han de llevar.
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"Camino de Montesclaros a Velada" |
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"Cruzando el arroyo Nadinos" |
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"Trío de ases..." |
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"....y todos hacia el minivalle...." |
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"...herrando a la burricleta" |
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"Entrada en Aldea de Arango" |
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"Casas de Aldea de Arango" |
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"Establos de la Aldea" |
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"Momentos de relax..." |
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"De recreo por el encinar..." |
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"..de paseo por el alcornocal" |
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"...contemplando la laguna..." |
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"...de bromas en el grupo..." |
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"...pareja con solera..." |
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"...dejando atrás, Gredos y el "pontezuelo"..." |
En resumen, ruta circular de 48
kilómetros, hemos transitado por la Cañada Real Oriental, camino de los
Huertos, Cerro del Arriero, Camino de Talavera a Montesclaros, Camino de
Montesclaros a Parrillas y a Velada. También hemos cruzado el río Guadyerbas y el arroyo Nadinos. Hemos estado en
la localidad de Montesclaros y en el antiguo “poblado” de Aldea de Arango.
Pd: JoseMa,
Ángel, muchas gracias por vuestra aportación fotográfica.
Buen
día………SALUD
“mil caminos
por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio….”
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