miércoles, 8 de octubre de 2014

Ruta: Peregrinación a Guadalupe

     Sábado cuatro de octubre, en la villa de Velada todavía la noche está cerrada. Ocho caballeros veleños, un  representante  gamonino y Antonio “el invitado” y aspirante a “titulado”, nos damos cita en el habitual punto de partida. Nos recibe Andrés “El Presi” (parece que quiere recuperar los galones perdidos) con “las chanclas de andar por casa” y  la intención de  pasar lista e inaugurar la épica batalla. Otros cinco caballeros “de alto rango” partirán más tarde desde la estación de “Campillo”. Con las burricletas bien dispuestas, nuestras mochilas repletas, otros achiperres preparados  para la pactada contienda y variedad de artilugios con luces;  en el día de hoy,  nos vamos de “peregrinación a Guadalupe”.

     Iniciamos la jornada, sumidos en la más profunda  oscuridad, “tiene su cosilla el noctámbulo cabalgar”; por la cañada real vamos azuzando al indolente  amanecer,  “aguazo mañanero” para espabilar a los osados “guerreros”. Somos testigos afortunados  del nuevo amanecer, antes de llegar a la tranquila aldea de Calera. Por la “vía verde”,  continúa la amenizada “cháchara”, diseñamos la “táctica de “combate”;  en el continuo ritmo “prudencia ya que tenemos un camino estirado  ….y “aquello” que  nos podamos encontrar al escalar el puerto”.  Por estos lares, extensos campos labrados, esquivos  cérvidos a nuestro paso, el majestuoso viaducto luciendo gallardía y también la reconfortante vista del río Tajo, alegrando el constante “paso”.  Mientras tanto, en la animada escuadra,  se respira “buen rollo” y se palpa la armonía, tanto por  la retaguardia como en primera línea….Vamos echando kilómetros a la saca, atravesamos túneles de todos los tamaños, atrás también dejamos estaciones y apeaderos abandonados, avistamos otros tramos más “asilvestrados” entre el espeso jaral, enclaustrados, puentes más discretos, un embalse con los brazos abiertos y por el monótono  camino rectilíneo, Diego “Sin Miedo”  nos avisa de las altas montañas, “ya no tan lejos”. Llegamos al “final de la vía”, paramos a repostar, para la “andorga llenar”; dulces, frutas frescas, pasas,  higos de cosecha propia, algún bocata y nos hidratamos bien para en el intento no desfallecer.

"Esperando la hora de partida"
"...rodando en la noche...."

       









Carril de la Raya de Chozas
Vía Verde de la Jara











Puente Amador
....atravesando túneles.
....momentos para el relax.












Estaciones a nuestro paso...
"...avistando el gran embalse..."
"...rectas interminables..."












Estación Minas de Santa Quiteria
     Continuamos la “ansiada marcha”, cambio de decorado, “esto es otro panorama”, la versión del paisaje se va “arrugando”. Pista desconocida y “un perfil que de manera progresiva  se empina”. A la llegada de “Puerto”, repican las agitadas campanas “¿será alguna premonición o aviso de algo mejor?”, pues lo dicho, a la izquierda un “afilado repecho de hormigón”……Coronamos y lo que tenemos delante de nosotros, nos hace temblar de emoción; nos lanzamos por las fugaces bajadas, adueñándonos de las oníricas panorámicas que van componiendo melodías en los despiertos sentidos de los caballeros elegidos; grandiosos paisajes de sutil belleza bendecidos, tendidas subidas para calentar las piernas y deleitarnos con las postales agradecidas. A nuestro paso, puentes de madera y un “castillo de cuestas”; recibimos  la visita de “un guarda real”, nos avisa “que éste,  ya es el camino antiguo y se va a cerrar”, nos invita a tomar el “de más allá, éste, está fatal”….Pues eso, “ya sabéis cual es el ideal”; como en el tiempo  ya no vamos a volver a pasar, hoy es nuestra última oportunidad . Nos adentramos en el “tramo prohibido” (“ahora entendemos algo más”), avistamos un valle de longevos pinos, un profuso jaral, coloreados por un  mosaico de visibles olores, donde se esconden cuestas y rampas que nos “hacen resoplar un poco más”. Pedro “Hierros” y Diego “Sin Miedo” lideran la exigente aventura, pero todos damos “el callo” por estas prominentes alturas. Después del esfuerzo titánico, nos da un respiro  el  complaciente terreno y nos recreamos por el tradicional encinar extremeño. Continuos subes y bajas por caminos bien balizados, “piedrecilla suelta” y altos porcentajes en las últimas subidas, para rematar la faena enaltecida.  Antes de entrar en el “casco urbano”, nos aguardan Goyo “El Coloso” e Ilde “El Suegro”; “la entrada tiene que ser por el arco del triunfo del colgado viaducto” -la orden viene desde arriba-. Rodamos otro buen trecho (“a estas horas la distancia se hace eterna”)….para  encontramos con los “altos cargos” (“El Gran Maestre”, Domingo “El Maca” y Andrés “El Presi”) y conseguir el perseguido objetivo, hermanados. Contamos nuestras andanzas, cómo ha ido la jornada y demás…pero antes de “clausurar”, tenemos que volver a escalar. Antes de llegar, tirones, calambres, escoceduras y las fuerzas ya tocadas…y en la concurrida plaza, las parejas, retoños y amigos nos reciben con aplausos, vítores, felicitaciones  y una notoria algarabía. Delante del magnífico monasterio, fotos de rigor y “El Gran Maestre” con la lectura del  emotivo manifiesto nos da su bendición. Después de los espontáneos protocolos, pedimos posada; refrescante ducha, fresco zumo de cebada y  una buena comida en la mejor compañía.

      Por la tarde,sentada en la  terraza para recuperar los líquidos perdidos, visita de monumentos, turismo por las acogedoras calles y bautismo en la plaza; Antonio Medina “El Marqués de la Antanilla”, nombrado caballero veleño, en la ceremonia oficiada por "El Gran Maestre", aunque termináramos la mayoría empapados. Muy buenos momentos, bromas y chistes para poner broche a la “épica hazaña”.


Camino de las Villuercas
Salida de Puerto San Vicente

     










Por la espectacular bajada
Camino Natural de las Villuercas












"Probando por estas pendientes"
"....posando sobre los puentes..."












"...Alberto dando la talla..."
"...nos lanzamos hacia terrenos escarpados"












El Gran Maestre, también entregado
"...los demás posando..."












Ilde, ¡¡qué estilo!!! tiene el tío.
"Oteando desde lo alto..."












"Salvando el tramo más complicado"
Camino bien señalizado....












Por la dehesa extremeña.
....otro puente nos abre paso...












"Por el viaducto del triunfo..."
Foto de rigor, "misión cumplida"












"También me esperaban.." jajajaja
"El Monasterio, espectacular".











     Ruta lineal de 128 kms, hemos transitado por los caminos: Cañada Real Leonesa Oriental, Carril de la Raya de Chozas, Vía Verde de la Jara (Hasta las Minas de Santa Quiteria), Camino Natural de las Villuercas –desde las Minas de Santa Quiteria hasta Guadalupe-. Hemos pasado por las localidades de Calera y Chozas, Aldea de Barbarroya, Puerto de San Vicente, Alía y Guadalupe.

Pd: Muchas gracias por vuestra aportación fotográfica: Diego (2), Roberto (1), Ilde (3), Oscar (1).

Pd1. Agradecer al hostal Cerezo, el buen servicio que nos brindó...y el detalle que tuvieron al  cedernos dos habitaciones para poder darnos una reconfortante ducha, después de la  etapa  realizada.

    Buen día..........SALUD

“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 


No hay comentarios:

Publicar un comentario