miércoles, 4 de mayo de 2016

Ruta: Andanzas Marrupejas

     Sábado, treinta de Abril, por motivos festivos (Domingo de Romería) adelantamos la semanal salida; ochos caballeros, entre gamoninos y veleños acudimos a nuestro habitual punto de encuentro. En el día de hoy,  también  nos acompaña Fernando “El Grande” compañía de lujo y siempre muy gratificante, el poder “compartir andurriales”. Roberto “El Bueno”, trae el libro de ruta  en la mochila, las ideas claras  y  el itinerario “bien estudiado”; “buenas cuestas y entretenidos  senderos nos aguardan”, el galardonado nos engaña ”.



      Iniciamos la marcha, surcando la ancha cañada, bien agrupados y con animadas chácharas en la plácida mañana; retamos a las  serpenteantes veredas, que nos engullen  en sus voraces fauces; tramos encharcados y barro salpicando por los angostos rincones, cuidadosamente engalanados, con  alegres colores bordados. También, desafiamos al feroz  dragón, que nos aguarda vigilante en  la Gran Muralla; El Gran Maestre, se borra de  la primera  “refriega” y en la morada de "Las Ninfas Marrupejas"  nos espera, según nos comenta. Hacemos un salto de vallas y desfilamos por la ceñida senda, siendo testigos desde la primera fila,  del vistoso estallido de la primavera, acompañando  a la cristalina y florida rivera; damos rienda suelta a los ávidos sentidos y nos recreamos con la efímera  belleza, reposando ante nuestra embobada presencia; escuchamos cantos de sirenas y el esmerado pintor, haciendo magia con su genuina paleta, “sólo en las regiones de la fantasía es dado crear; crear es la misión del genio” del popular escritor y de sus incomprendidas palabras, nos  hacemos eco en estos delirantes momentos. Ahí está, firme y con descaro, El Gigante de Valdecolmenares, haciendo frente a la grupeta de “los  laureados caballeros”;  nos ponemos el traje de faena y en el forcejo y  fragor de la batalla, “El Coloso”, a pesar de poner resistencia y embestir con fuerza, cae derrotado ante la tenacidad y paciencia.





      Después de las empinadas contiendas, paramos a repostar, compartimos viandas, mientras comentamos las amenas jugadas vivenciadas  y otras, muy a tener en cuenta en próximas jornadas. Reemprendemos la marcha, cruzando las aldeas vecinas; fotografías de rigor con “El hidalgo de la Triste Figura”, “¿tendrá algo que ver tanta locura?” En la vuelta a casa, al final nos decantamos por la conservada pista gamonina. También, forcejeamos con los cerros de “Las Piedras Caballeras” y con sus “cuatro cuasi-cuestas”; nos agrupamos y a todos esperamos y desde “el altozano”, vamos perdiendo unidades por la escarpada vía y nos despedimos de los compañeros gamones “hasta próximas ediciones”. Los demás, queremos alargar la contienda y encaramos a la silenciada dehesa; nos topamos con el  incontable  batallón  de “Soldados Ibéricos” que huyen en estampida, ante la presencia de la mermada cuadrilla. Desfilamos por una callejuela de centenarias y apelotonadas  encinas, que nos vigilan  desde la acogedora umbría; amables pasos nos guían por el camino imperial, mientras vamos consumiendo una nueva  etapa, por los vistosos encinares que cobijan a  la villa caballera.  




     






     En conclusión, ruta circular de 58 kilómetros, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de los Huertos, Senda de Los Pinos (Cerro Arriero); Camino de Talavera a Montesclaros; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Mojosal, Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Buenaventura a Segurilla (Gran Muralla); Senda del Marrupejo; Camino de Valdecolmenares; Camino de Segurilla-Mejorada-Gamonal; Carril de Las Mulas, Camino Real de Los Veratos-Velada.


     Pd: Fernando, JoseMa, Cristobal, muchas gracias por la aportación fotográfica.


       Buen día…………………….SALUD.




“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 

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