lunes, 19 de agosto de 2019

Ruta: Circular San Román de Los Montes


Domingo, dieciocho de agosto, en el pactado  punto de encuentro, ocho caballeros veleños, fieles acudimos a la semanal llamada burriclista; un trío de los presentes  lo tenemos claro, los demás compañeros,  van a tomar otros derroteros. Toca salida “larga” y circular por los caminos “Viriatos”.

Todos somos actores y  protagonistas  principales de “nuestra película”, me explico. Da igual que hagamos 20, 30, 48, 90 o 115 kms, lo importante de esto, es cómo lo interpretemos,  la satisfacción personal de lo conseguido ya que cada uno tenemos una vida personal y profesional diferente y variada, experiencias que obtengamos y  el  valor  que cada cual obtengamos de dichas etapas. A veces, nos encontramos que para una persona, el realizar una ruta  de treintaicinco kilómetros o el finalizar una marcha organizada (no carrera –esto es otra historia-) es todo un reto personal, todo  una prueba de superación  y al finalizar, se siente feliz, optimista, contenta, bien consigo misma   por el logro mencionado. Sin embargo,  otra persona, al realizar la misma etapa (u otra más larga) , se puede sentir fracasada, frustrada, porque no  ha cumplido con  los  objetivos previstos, relacionados con la marca personal, tiempos, sensaciones ni valoración. En la misma línea,  la práctica de este deporte (MTB) tiene mucho margen de mejora,  desde la práctica que realizamos nosotros de cicloturistas a profesional ( si es top-ten, ya ni hablamos), por lo que, por ejemplo,  una persona puede ser /estar  enormemente feliz,  saliendo tres veces o una vez en semana  y es posible que  otra persona,  saliendo la mayoría de  los días  de la  semana,  no se sienta bien,  por motivos varios (exigencia, motivación, bloqueo, conciliación, falta de tiempo, etc). Lo peor de esto, puede estar en  la película que cada uno veamos.   “A veces, menos es más…..”. “El cielo o el infierno no dependen del lugar, sino de las circunstancias y de la actitud”. Todo un mundo, esto de “mantenerse” en las trincheras. Hoy toca ruta larga.













Iniciamos la jornada, por la calmada cañada, hacia “El Barbú”,  para escalar  “La Gamonosa” por las revueltas de las canteras, esto de aperitivo y sin calentar. Cabalgamos “sin prisas, pero sin pausa”, temperaturas agradables por los parajes cerreros, pero  todavía con “las patas adormiladas”; en modo “pause”,  salvamos los primeros repechos que vamos encontrando y  embarcados en amenas conversaciones atravesamos las villas vecinas de Mejorada y Segurilla, para adentrarnos en su revirada orografía. A nuestro paso, un tupido  valle de encinas, parajes teñidos de amarillo y las reses que oteamos por el marcado camino, “mendigando” algún centímetro del inexistente  pasto. Nos montamos en un continuo y repentino tobogán de subes y bajas, mientras  nos ponemos a prueba por la multitud de cuestas que se suceden por la agreste postal;  apretamos, aflojamos y nos volvemos a lanzar por “la desolada panorámica”. Desde “cuatro caminos” nos relajamos por la pestosa pista, en Marrupe llenamos las botijas y por la mágica y hormigonada  vía de “Los Enebros” descendemos hacia la villa de San Román. Unos minutos para hidratarnos y reponer fuerzas; frutos secos, pasas y algún bocata para “pasar con alegría la mañana”.


















El camino de vuelta, lo hacemos por “la finca de las siete puertas” (ahora, guardaganados); cabalgamos alegres por la cómoda vía, tenemos algún amago de avería (falsa alarma,un poco de  aire y arriando velas), pero sin novedad y en menos de “ná” arribamos en Pepino por el transitado camino. Mis compañeros de fatiga, con nota dan la talla; Gabriel “Machaque” está en forma y “sobrao”  se pasea por la comarca, cuatro salidas largas más y vas a “volar”; Francis “El Paciente”, nos cuenta sus salidas por la sierra (rutas de calidad) y para el próximo reto anual, “me gustaría estar”. Poco a poco vamos cerrando “el corral”, sobre la marcha (“por todos lados”) encontramos y salen otros burriclistas, cuando para rematar, afrontamos la guinda del día: La subida por La Portiña. Cada cual como pueda, al tran-tran, unas veces apretando, otras,  reservando por lo que pueda pasar y antes de coronar, subrayamos las “taitantas” curvas que vamos encontrando, mientras  “bailamos” al ritmo que desde la altura nos marca la cima de “La Atalaya”. Después del "penúltimo esfuerzo", volvemos a cruzar la villa “cagarrache”, también la localidad “zorrera” dejamos atrás y   continuamos zurciendo caminos y sendas para esbozar un mapa local; tras nosotros,  una estela  de polvo vamos dejando, un zarpazo de calor soportable nos atiza, para combatir  los repechos de “Las Piedras Caballeras”. Antes del fugaz descenso, solicitamos “conferencia” con nuestro amigo Roberto “El Bueno” (En la jornada de hoy, baja por “jarana”) para tomar un refrigerio en la plaza de su pueblo (por visita familiar, otra vez será). Volvemos a inaugurar el camino gamón y sus tramos de “hormigón” y sin más sobresaltos y “casi con los deberes hechos” (no paramos a abrevar), subimos “La gineta” y por la ancha pista llegamos al inicial punto de partida. “Cuando subestimas lo que haces, el mundo subestima quién eres”. Hasta la próxima.   

Resumiendo, ruta circular de 64 kms, los principales caminos transitados han sido; Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Velada-Mejorada- Segurilla, Camino del Hituero (Riscal), Antiguo Camino de Segurilla-Sotillo, Senda Cervera, Camino de Meregil, Camino de Los Dornajos, Camino de Segurilla-Marrupe-San Román de Los Montes-Pepino-Portiña (Subida)- Camino de Segurilla-Mejorada-Gamonal-Velada.


Buen día…………SALUD.  


“….mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir, no tengo tiempo ni sitio…..”

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