Domingo
(23-07-2023), cinco caballeros veleños nos presentamos en La Plaza del Rollo”, hacemos las pertinentes
tareas de carga y descarga, ajustes, para continuar con las etapas de montaña.
Con las burricletas prestas, bien dispuestas y “afinadas”, porque hoy tenemos
“una etapa reina” por nuestra cercana y privilegiada sierra. Previa propuesta y
consenso entre los congregados, se acepta el reto y para no variar, ponemos el
punto de partida en Arenas de San Pedro.
Iniciamos
la especial jornada, todavía, los más jóvenes “andorrean” por las terrazas y
calles de Arenas; nos acompaña la fresca mañana y para “calentar” y no perder las buenas costumbres, comenzamos
escalando -lo habitual de esta etapa- para salir de la localidad. ¿Premonición o anunciación? Dirección a la primera subida, comienzan a repicar con fuerzas y ritmo las madrugadoras campanas; los sombrajos y ligeras pendientes del
Berrocal nos acogen con los brazos abiertos. Reconfortantes y aromáticas
fragancias y amplias aceras, adornadas
de helechos y jaras, también, el olor a resina del monte acicalado nos
empuja por estos lares, para enlazar con la tendida y larga subida.
En esta ocasión, no hay “despistes” y cabalgamos hermanados y al “díscolo
caballero” atado en corto.
Escalamos
al tran-tran, reservones y con cabeza, sabemos que la ruta de hoy “se las
gasta”. Alberto “El Maestro Ceramista”, nos guía y marca el paso en los tramos
más empinados, “entre 8 y 9 km/h que hay que guardar….y no apretéis”. Pues eso,
luciendo nuestras coloridas zamarras por la montaña, no perdemos el ánimo, de todo un poco
hablamos, para hacer más llevadera la amena ascensión. Cabalgamos en armonía,
pendientes de las cunetas y los ramilletes de orégano a granel, que asoman entre las piedras y zarzas y a la vista de los transeúntes.
Aprovechamos, para asomarnos a media
ladera, aliviar los expectantes sentidos y disfrutar de las agradables vistas
que nos brindan -en todas direcciones-
las generosas panorámicas. En la parte más cómoda de la pista, nos relajamos
y entre el frescor de las parcelas y chorreras, nos adentramos en la mítica
subida.
En
el puerto de La Centenera, continuamos con “la pauta”, “no apretéis”, también
“nos hablan” los carteles informativos, además,
de sobra conocido por “los elegidos”, nos lo tomamos con calma, ya
llegarán “las apreturas y bufíos”. Bien agrupados cabalgamos, también, paramos
a refrescarnos y llenar las botijas antes de afrontar el tramo más exigente y
coronar. En este punto, “suenan las trompetas de guerra”, cambiamos la
consigna, “ahora, cada uno a su ritmo y
como pueda”, las pendientes son más duras -entre el 12-15%-. Nunca
defrauda esta bonita y espectacular ascensión, sus “agresivos” y continuos
repechos, sus interminables y desniveladas curvas, que nos ponen a prueba antes de “hacer cima”
en el imponente balcón y de recrearnos con las prodigiosas y afortunadas vistas
que nos brinda el parque natural.
Minutos
para repostar y reponer fuerzas y de paso, disfrutar del mágico momento y del
abrumador silencio que nos envuelve. Desde este punto, alternaremos el largo y
rápido descenso con otros dos mini-puertos, entre el variado y embriagador
paisaje; engalanado con el tupido pinar, enormes
castaños y frutales, para apaciguar los momentos más complicados. De nuevo, nos
enfrentamos a “La Francisca” (punto “estratégico” de nuestras andanzas
montañeras), la tachuela del “Collado” y desde Guisando -y después de lo que
llevamos- escalar al Nogal del Barranco; cada uno como pueda, porque sabemos
que aquí, ya llegamos “atufados” y puede hacer acto de presencia “el tío del
mazo”. Se hace amena esta última subida del día, entre pinos que se “abrazan”
desde las cunetas, la benévola sombra con la que nos agasajan, con su
particular y agradable aroma a sierra, rezumando de las pendientes, que nos vuelven
a poner a prueba -una vez más- antes de coronarnos en la etapa reina. De uno en
uno vamos arribando a los pies del
“cabrío”; comentarios varios “del tramo”, nos refrescamos en el gélido pilón, foto de rigor….y en
el efímero “topajo” -con el aire en
contra- “aterrizamos” en el punto de partida. Para celebrar la laureada etapa,
exquisitos aperitivos y zumo de cebada fresca, comentando la jugada y brindis por la épica jornada.
Destacar
de la ruta, la larga y continua, con exigentes desniveles, la ascensión hasta el refugio de las Campanas
(27kms) y las espectaculares vistas que nos ofrece este particular punto; Las
Morillas, el puerto de la Cabrilla y el Arenal y todo el cordal en el que
reposan las demás cimas serranas. No menos destacable, en general, toda la ruta
de montaña y demás ascensiones, La Centenera, La Francisca y el Nogal del
Barranco dentro de un magnífico y fantástico entorno, “camufladas” en un
inmenso pinar, dentro del parque natural del Gredos .”El camino del cielo es
saber vencer sin combatir, responder sin hablar, atraer sin llamar y
actuar sin agitarse”.
En
conclusión, ruta circular de 65 kms (1800 m D+). Los principales caminos
transitados han sido; El paseo de “La
Triste Condesa”, El Berrocal-La Parra- Pista forestal de Los Marianistas, pista
forestal de la Morañega, Puerto de la Centenera- Refugio de las Campanas- La
Centenera - El Arenal-El Hornillo, Camino del Mirador Estelar-La Francisca- El
Collado de la Casar- GR 293-Guisando - Subida al Nogal del
Barranco-Guisando-Arenas de San Pedro .
Buen
día……..SALUD.
“…mil
caminos por andar y mucho tiempo perdido, sin saber a dónde ir, no tengo tiempo
ni sitio….”
No hay comentarios:
Publicar un comentario