Ruta: Montesclaros “de los bosques"

     Domingo veintisiete de abril, trece caballeros veleños nos damos cita en el habitual punto de partida. Con las burricletas bien  dispuestas y los “andacapadres” adecuados  en los “morrales”,  previo acuerdo consensuado,  hacia Montesclaros marchamos.

     Comenzamos la  jornada por las desoladas calles de la villa para llegar a las inmediaciones más tranquilas; atravesamos el extenso “Baldío”, al fondo un transparente cielo y las colosales “cumbres de Gredos”, presidiendo otros inminentes retos; hacemos un tramo de carretera, gracias  a la rigurosa conservación y eficiente  registro  de  caminos públicos, por el cual, orgullosos nos sentimos. Nos adentramos en el variado  “monte  mediterráneo”, el acogedor bosque de encinas, tapizado de un verdoso esplendor, nos cobija en su apacible jergón,  algún tímido  “repecho”  también  afrontamos y de paso,  nos agrupamos. En  los desaliñados aledaños  de la “aldea” montesa, un pasable  trecho para deleitarnos, con un sobrio canturrial para disfrutar y  un desconfiando “lodazal”, encumbra al “Gran Maestre”, “¡¡¡¡he sido el único en pasar!!!!”entusiasmado,  ondea la bandera de la felicidad. Más adelante, somos testigos como  un “bravío” cervatillo, atraviesa la espinada alambrada “sin pestañear” y  el bucólico encinar a la acogedora villa nos guía. Repostamos y “algo picamos” en la solitaria plaza, compartimos viandas, buenos momentos y preparativos para “otras andanzas”.

"Camino de Aldea de Arango"

"Camino del Toril"

     

Camino de Parrillas a Montesclaros

"Bien agrupados marchamos"

"Pequeños repechos, reclaman esfuerzos"

"Tiñendo de verde el paisaje"

En la profundidad del encinar

Canturriales a nuestro paso...

"Llegada a la aldea montesa"

"...para pasar un buen rato"

      Retomamos la etapa, Ilde “El Suegro” toma el “bastón de mando”  ante la palpable indecisión en el pelotón, “por el bosque Las Cabezas, en busca de emoción”. Un tramo de asfalto y se abren las portillas  del  encanto; un robledal relajado nos acoge entre sus brazos; algunos tramos “empinados” ,  un tramo sembrado de barro y  convertido en  “patatal” nos apea de las espantadas “burricletas”; las “ninfas alfareras” danzan en nuestra presencia  y, de paso,  “algunas” liebres echamos a las talegas. Nos perdemos por la espesura de la serena arboleda, para no variar, hacemos un “salto de vallas” y coronamos el cerro de las floridas jaras. Foto de rigor admirando las altivas montañas, Domingo “El Maca” y el amigo Gabriel con tacto “las criadillas” tanteando….y en la “cuarta avenida”, vacas espantadas y la correspondiente “corrida”; trabajo en equipo en el desperdigado  salto de vallas y las lustrosas  reses,  contemplando el irónico espectáculo. “Cabalgamos” por parajes veleños y comentamos “las carreras del encierro”, deliberamos y al final, la gran cañada tomamos. Sin novedad en la cuadrilla, antes, por la carretera nos ha dejado Gabriel “Lamparillas”, por caminos conocidos marchamos, también en la jornada de  hoy el rebosado río cruzamos, somos testigos de la calmada dehesa y  por las casas de Trujillano y la pista “parrillana”,  hacia Velada nos enfilamos.

Bosque Las Cabezas

Por  el esplendor del colorido robledal

     

"...rincones dignos de admirar"

"...postales para enmarcar"

Un vistazo entre el encinar.

Quinteto de GALA

"Llegada a la Aldea de Arango"

"Salida después de la capea"

Cañada Real Leonesa Occidental

Camino del Boquerón

Agrupados por la cañada.

Un vistazo desde el empedrado

Abriendo porteras.

Camino de Parrillas a Mejorada

Cruzando el río Guadyerbas

Camino de Parrillas a Velada

Vigilando desde la retaguardia

Camino de Navalcán-Parrillas a Velada

     En definitiva, ruta circular de 58 kms, los principales caminos transitados han sido: Camino del “Torilejo”, Camino de Aldea Arango, Camino de Parrillas a Montesclaros, Camino de Las Cabezas, Aldea de Arango- Camino del Boquerón, Cañada Real Leonesa Occidental, Camino de Parrillas a Mejorada-Navalcán, Parrillas- Arenas a Velada.

Buen día…..SALUD

“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….”