martes, 3 de noviembre de 2015

Ruta:Los "aposentos" de Doña Germana de Foix

     Domingo uno de Noviembre, mañana “nada clara” y ameneza  ventosa, pero , para una buena salida burriclista ¿qué importa el tiempo y la temperatura? Siete caballeros veleños acudimos al marcado punto de encuentro. La idea está pactada –desde la semana pasada-  “vamos a rastrear  las tortuosas parcelas de Cervera”. Con las burricletas  bien dispuestas, los planos también a mano –por lo que pueda pasar- ,  la navaja de explorador y otros achiperres que no pueden faltar;  la esperada misión nos lleva a  investigar y  ¡¡¡volvemos a las andadas!!!

     Iniciamos la jornada, Ilde “El Suegro” nos propone “por el camino de Gamonal”,  no se hable más, y en el día de hoy, salimos por “la puerta de atrás”. Bien agrupados marchamos, comentando “temas variados”, atravesamos la villa vecina, pasamos debajo del puente, recientemente “acicalado”  y nos preparamos para combatir con las temidas cuestas gamonas; “parece que asusta el repechón de hormigón”, cada cual, subimos como podemos por la gran  avenida, parapetada entre  lustrosas encinas y  por la  sentida armonía. Un poco más arriba –en la primera cima- esperamos y nos agrupamos. Continuamos por la serenidad cerrera, “salvamos los repechos” que salen a nuestro encuentro; saludamos a “Las Piedras Caballeras”, que vigilan las hospitalarias alturas, mientras somos testigos del mosaico de olores que impregnan  a la apacible mañana. Cruzamos la  villa de  Mejorada, atrás también dejamos Segurilla;  “hoy tiramos por la senda leñadora”. Circunvalamos la afortunada aldea por pasos bien cercados, saludamos a  más  “burriclistas”, otros “inocentes repechillos” vamos  salvando y la consagrada panorámica de fondo, nos agasaja con imponentes fotogramas, para entretener a los  despiertos sentidos. Nos adentramos en la relajada senda, ceñidos pasos, camuflados  entre los coloridos prados, divertidas escalinatas algo desparramadas, cercados bien alineados  y momentos de diversión para el aguerrido pelotón. En el “depósito izado”, otra vez nos agrupamos, todos esperamos y por el camino rural, arribamos en la aldea montesa. Vamos a “tiro hecho” – se quedaron en la lista de espera la semana pasada- , para “calentar”,  hacemos las espectaculares sendas del “calvario”; angostos pasos bien coloreados, pedrolos bien colocados “pabajo”, para los más doctos y osados “graduados”. Salimos de las entretenidas ratoneras, “no ha estado nada mal la partida” –comentamos entusiasmados-. Resuenan los tambores de guerra, cuando entramos en la novedosa senda; estrechos vallados pétreos, chaparros y enebros que nos quieren impedir el temerario  avance hacia delante; audacia  y tenacidad  para enfilar “la firme emboscada” por la vía olvidada; saltamos vallados de piedra y oxidadas alambradas, para “colarnos” en un bosque de cuento de hadas. La magia otoñal,  tiñendo de colores vivos  la majestuosa postal; nos perdemos por la sinuosa encrucijada, hacemos “un campo a través” entre el laberinto arbolado, “por momentos, nos subimos en el caballo de San Fernando”, “las barbas de viejo” dando pureza y transparencia a la perdida vereda;  “por aquí, por allá, por ahí abajo”, al final tenemos que abrir la portera –pero el camino está bien marcado, “por aquí viene el cordel, tendremos que volver”- Hacemos la amena bajada por la cueva cerrera y con la capa  del  tupido vergel, bien cubierta, nos acercamos  hacia la verdosa pradera; avistamos el conocido camino y en la centenaria encina hacemos la parada “obligada”. Unos minutos para repostar, comentamos la conquista conseguida y de paso,  “llenamos la panza”, compartimos viandas, también  nos hidratamos, mientras tanto,  “algunos” hacen pruebas con la montura más ligera.


    



















































         Reemprendemos la marcha, montados en  parajes de ensueño, “por la memoria de la  historia tocados” los nobles cuadros adehesados. Por estos lares decidimos, “nos volvemos por la trocha del indio” ¿de subida? Habrá que probar, la espectacular belleza se columpia de las esbeltas encinas, con nuestra presencia, el tiempo se detiene  ¿o somos nosotros que vamos parados? pasos estrechos y empinados nos hacen esforzarnos y en otros tramos, “apearnos”; Diego “Sin Miedo” y  Cristobalón, con fuerza y tesón salvan algunos de los  trechos más  complicados –por el ceñido  camino, también entrenamos la modalidad de senderismo- Esta vía,  de bajada es más divertida –en esto,  todos coincidimos- . A la salida del túnel, esperamos y  nos volvemos a agrupar, llegamos contentos y satisfechos –nuestras caras y comentarios nos delatan-  por los andurriales descubiertos. ¿Nos vamos ya para casa? De todo un poco hablamos, de marchas solidarias, aventuras y épicas para la nueva temporada; cuando decidimos volver por “el camino más recto”. “Volamos” por la pista asfaltada, en nuestra desvariada andanza, extensas  explanadas bien tintadas  -parece un paisaje del norte-; atravesamos las villas de paso –tanta veces reconocidas- saludamos a otros burriclistas  y con  algún “carrerista” también nos topamos. Rodamos bien agrupados y “El Gran Maestre” nos comenta, “ha  sobrevivido en el grupo A”, que se lo tenemos que anunciar a los demás, ya que los de “su equipo, le han dejado en la estacada”. Nos echamos unas risas y hacemos unos chistes por “las ocurrencias quijotescas-  continúo disfrutando por el camino “zorrero” –tiene algo especial, ¿será de tanto pasar?-  así se lo hago saber a mis compañeros; hace un buen rato, que el aire de cara nos viene “atizando”;  pegamos “el último apretón” en “el repecho de la Herradura” y en las casas de “La Gamonosa” nos volvemos a agrupar; “planeamos” con  la inercia del fugaz  descenso, contemplando los recovecos cerreros, el desparpajo de los relajados  astados, también el iluminado pantano y los oscuros  nubarrones liderando el horizonte y llegamos  hermanados al punto de partida. “Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”.  



   





















        Resumiendo, ruta circular de 50 kilómetros, los principales caminos transitados han sido: Camino de Velada-Gamonal-Mejorada- Segurilla; Camino de Los Leñadores; Camino de Segurilla a Cervera de Los Montes; Sendas “del Calvario”; Camino de Cervera a San Román; Cordel de las Merinas; Camino de San Román a Pepino; Senda La Alcornosilla, Camino de San Román-Cervera-Segurilla-Mejorada-Velada.



   Buen día……SALUD.



“mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,  no tengo tiempo ni sitio….” 



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