Domingo
(16-01-2022), dos caballeros veleños nos damos cita en nuestro punto de
encuentro. Con las burricletas prestas y bien dispuestas y ataviados hasta los
ojos, para combatir los dígitos
negativos del mercurio. Aquí, no acude “ni el grajo”, con este día, también se ha quedado
“acamado”. Por eso, diseñamos una etapa de apetecibles subidas locales, para entrar en calor, bregar desde bien
temprano y olvidarnos del termómetro.
Paisajes
blanquecinos a nuestro paso, un laberinto de caminos trabados por la helada
“soterriza” y un buen surtido de caramelos adornando
lagunas y charcos. Disfrutamos por los parajes helados, lienzos bien trazados y con esmero, trabajados; nos escurrimos por
las entrañas tranquilas y relajadas que nos brindan los silenciados escenarios.
En varias ocasiones, cruzamos el arroyo de “San Marrupejo”, bien colmado y
escuchando sus melodías cristalinas.
Como
decíamos más atrás, nos calentamos desde
el minuto uno; al “brasero” de un repertorio de cuestas y repechones de
todos los colores y exigentes desniveles, rozando el veinte por ciento algunos
de ellos. Zurcimos y remendamos vistosos retales variados, para enlazar subidas y escalar por el agraciado territorio cagarrache; nos merendamos las
mejores y exquisitas “magras” con tomate, para mojar pan y rebañar.
El amigo y escudero de lujo, Roberto “El
Bueno”, se desenvuelve bien por estos
lares, con galones, experiencia y curtido en mil batallas, gestiona con
solvencia cada gramo de fuerza. Nos retorcemos “como culebras” por las
rigurosas pendientes, gastando “lo justo” para no perecer en el intento. La
Gran Muralla nos hacer resoplar; Valdecolmenares nos hace sudar y maquilla de “rojo” ; por el
tobogán del Riscal, cogemos aire y en el
Vertedero, las piernas comienzan a pesar.
Sobre
la marcha, también paramos a repostar y recuperar fuerzas, “por convenio” la
empresa así lo presenta. En ningún momento,
perdemos la calma y también conversamos según escalamos, todo no va a
ser “penar”. No os asustéis, hemos tenido bajadas y algunos tramos de rodar,
“no trabajamos a destajo”, somos más del tran-tran continuo y entretenido.
Después del susto que nos hemos dado, para finalizar, recogemos las cuestas, sus pendientes y otros
pasos conquistados.
Ruta
diseñada a conciencia, sabíamos la predicción de las bruscas bajadas en las temperaturas
(-3º) para el fin de semana, por lo que, decidimos hacer una etapa de montaña, con una sucesión de
subidas desde la salida, para recrearnos con
las alturas de la localidad de Segurilla y aledaños más cercanos.
Destacar, la amable estampa helada de
las iniciales horas de la mañana; anchos caminos, recovecos, zonas de umbría,
charcos y cimas, todo congelado y
nosotros, como espectadores desde la
primera fila. “Para disfrutar de lo
sencillo se necesita cierta altura.” “Para apreciar la belleza de los días
congelados, es necesario estar danzando en medio del frío.”
Resumiendo,
ruta circular de 64 kms (1235 m. D+). Los principales caminos transitados han
sido, Camino de Velada-Gamonal-Mejorada, Camino del Madroño
(Mataburras-Herrería), Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Mojosal, Cañada
Real Leonesa Oriental, Camino de Buenaventura-Segurilla (La Gran Muralla),
Camino del Observatorio-Vertedero, Camino de Mojosal, Camino de
Valdecolmenares, Camino del Hituero-El Riscal, Camino de la Gran Muralla,
Cañada Real Leonesa Oriental, Camino de Mojosal, Senda del Ruiseñor, Camino del
Vertedero-Observatorio (Subida)-Segurilla-Mejorada-Velada.
Pd:
Roberto, muchas gracias por la aportación fotográfica (2).
Buen
día………SALUD.
“…..mil caminos por andar y mucho tiempo perdido sin saber a dónde ir,
no tengo tiempo ni sitio….”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario